Bloquean a artistas cubanos en plataformas de trading de NFT

Artistas de Cuba se encuentran en una difícil situación derivada de sanciones estadounidenses y otras naciones. Ocurre que los principales sitios de trading de NFT los han ido bloqueando paulatinamente para que no puedan hacer negocios en sus plataformas. Sitios que a menudo requieren pocas explicaciones o ninguna.

Uno de los afectados es el artista multimedia cubano Alejandro Pablo García Alarcón. En su caso, como en el de otros tantos, la pandemia de coronavirus causó estragos. La caída en las ventas de arte fue notable. En ese marco, la posibilidad de acceder a los NFT se presentaba como una vía de solución.

Así lo resumía el propio artista:

“El primer elemento que me atrae es la libertad. Tú puedes comercializar tus obras sin intermediarios, sin tener que pasar por un filtro”.

Pero las sanciones estadounidenses, aunque no se aplican explícitamente al arte, han dificultado la venta de las obras a los cubanos. Y para los artistas, cuya obra puede derivar hacia la política, como la de García Alarcón, puede ser difícil encontrar un lugar en las galerías cubanas.

García Alarcón es uno de al menos 30 artistas cubanos cuyos perfiles han sido eliminados de al menos dos sitios de comercio de NFT de propiedad estadounidense, incluso el más grande, OpenSea, y KnownOrigin, de acuerdo con colectivos de artistas cubanos que incursionaron en los NFT.

Contradicciones

La exclusión de las listas ha alcanzado a algunos de los nombres más importantes del arte digital cubano. Llegó, incluso, al espacio de arte interactivo más popular de La Habana, Fábrica de Arte Cubano, y el fotógrafo Gabriel Guerra Bianchini, el primer residente cubano en vender una obra como NFT.

En marzo de 2021, su trabajo “Hotel Habana 3/10”, que presenta una combinación de fotos de edificios antiguos y clásicos de La Habana, apilados unos sobre otros, causó sensación en la escena artística local.

En su página de OpenSea ahora se lee un mensaje de error:

“Error 404. Esta página se ha perdido”.

García Alarcón comenzó a vender NFT en OpenSea en abril de 2021, utilizando su primera obra como un comentario político. Reflexionaba sobre la polémica detención de artistas cubanos que protestaban en enero de ese año. Ganó 200 dólares con ella y después vendió unos 20 NFT más a través del sitio web.

OpenSea promovió a García Alarcón como un artista a seguir, pero en marzo del año pasado bloqueó su cuenta sin darle explicación. El artista se quejó por lo ocurrido:

“Te venden la idea de la libertad, de que puedas mostrar tu trabajo, de que no hay censura. Estás usando la plataforma para mostrar lo que no puedes mostrar en tu país y de repente pasa esto”.

Cuando un artista es expulsado de una plataforma, el arte que vendió también es retirado del sitio. Aunque el NFT sigue existiendo en la blockchain y puede verse en otros markeplaces NFT, los artistas dicen que a menudo es visto como una pérdida por los coleccionistas, que están confundidos o quieren exponer la obra en plataformas más populares.

Tipos de sanciones a Cuba

Si bien Estados Unidos impone sanciones económicas a Cuba desde hace más de seis décadas, el alcance no llega a gran parte del arte cubana. Ocurre que para el caso de los NFT hay una consideración que los define más como un vehículo de inversión.

Gianni D’Alerta, cubano-estadounidense y organizador de NFTcuba.ART, recibió la semana pasada un correo electrónico de OpenSea señalando que la cuenta del colectivo había sido bloqueada “debido a actividades que va contra nuestros términos de servicio”. El grupo que dirige es un colectivo de unos 100 artistas cubanos en distintas partes del mundo.

Cuando D’Alerta pidió más detalles, OpenSea respondió que “no podía revelar detalles adicionales”, según correos electrónicos compartidos con la AP. Los afectados aseguran que las prohibiciones se han extendido incluso a cuentas personales de artistas cubanos que no viven en la isla.

Aunque OpenSea no ha dado las razones de su accionar sobre el trabajo de los artistas cubanos, puede que tenga que ver con el riesgo percibido de entrar en conflicto con las sanciones de Estados Unidos. Meses atrás, la compañía se refirió a cómo opera en estos casos.

“Tenemos una política de tolerancia cero sobre el uso de nuestros servicios por parte de personas o entidades sancionadas y personas ubicadas en países sancionados”.

El conflicto por violar las sanciones puede ser severo. En octubre, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos multó con 24 millones de dólares al exchange de criptomonedas Bittrex por permitir que los traders eludieran las sanciones estadounidenses en países como Cuba, Siria, Irán y Sudán.

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