¿Bitcoin tomará el lugar del oro?
La percepción del “oro digital” tiene algunos basamentos incorrectos.
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Opinión
El “sesgo de la confirmación” es una patología muy difundida entre los fanáticos de . Es decir, la cosa es tan grave que en ocasiones más que un sesgo parece un delirio. La narrativa de ver a Bitcoin como “refugio seguro” como el oro en algunos ya no es una idea, sino un dogma pseudoreligioso. Cito: “El Rally alcista de Bitcoin explica la debilidad del como un activo de cobertura”. Vuelvo a citar: “¡Adiós, oro! Bitcoin rompe la correlación y se muestra como una inversión más fiable ante la crisis mundial” ¿Qué rayos están diciendo? En tiempos de locura, sería bueno indagar con algo de objetividad esta narrativa tóxica que insiste en comparar el mercado de Bitcoin con el mercado del oro a toda costa.
¿Qué es el sesgo de la confirmación? Ante ustedes, Wikipedia: “El sesgo de confirmación o sesgo confirmatorio es la tendencia a favorecer, buscar, interpretar, y recordar, la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas”. Los bitcoiners “libertarios” son los reyes de esto. Y lamentablemente la mayoría de nuestros afamados criptoinfluencers pertenecen a esta tribu. El universo entero siempre es interpretado sesgadamente. Pase lo que pase, todo termina como la misma conclusión inicial: “Bitcoin es un refugio seguro como el oro”.
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No se cansan de repetir la misma historia. ¿Cuál historia? Bueno, el viejo drama liberatorio que venimos escuchando de los tiempos de Adam Smith. ¡Santo Dios! ¿Cómo va? Bueno, el mundo está al borde del colapso porque los malvados gobiernos no paran de imprimir dinero inorgánico. La solución es un sistema de moneda dura. La escasez de la moneda es fundamental para que la economía prospere. Bitcoin por ser una moneda escasa es un refugio seguro en tiempos de crisis. Es como el oro. Bueno, en realidad es mejor que el oro. Fin de la historia. ¡Santos dolores de muelas!
Para los millennials de corte libertario que están escuchando eso por primera vez podría parecer la gran epifanía del siglo XXI, pero para los conocedores del pensamiento económico a través de la historia es una pesadilla sin fin. Es la piedra de Sísifo. Las corrientes ultraconservadoras de todas las generaciones, durante los últimos 200 años, han presentado esta misma historia como la última Coca-Cola del desierto. Pero la supuesta panacea falla garrafalmente en cada intento de implementación.
En lo personal, la comparación de Bitcoin y el oro me gusta bastante en un sentido poético. La frase “oro digital” suena bien. Por un lado, me parece muy adecuada por el simple hecho de que el oro como inversión es un activo básicamente especulativo. Por “especulativo”, me refiero a que no es un activo productivo como una compañía. Su retorno, por ejemplo, proviene exclusivamente de su apreciación, que se establece por la oferta y la demanda. En el caso de un activo productivo como las acciones de una compañía, el precio depende bastante de los activos subyacentes, los ingresos, los productos y el dominio en el mercado de la compañía en cuestión.
El oro es el rey de los activos no productivos. El arte como inversión también es un activo no productivo/especulativo, pero el oro es fungible. Los diamantes son menos fungibles, pero también son un buen ejemplo de este tipo de activos. La plata y otros metales preciosos entran en la misma categoría del oro, pero el oro es más peculiar como inversión, porque el oro ocupa un destacado rol en la política monetaria de los bancos centrales del mundo.
La expresión “oro digital” quiere decir que Bitcoin es el rey de los activos no productivos/ especulativos en el terreno digital. En otras palabras, es un simple decir. No significa que literalmente Bitcoin es usado como el oro en el marco de la política monetaria de los bancos centrales en el mundo. Y las instituciones y los Gobiernos de todo el planeta mantienen grandes cantidades de Bitcoin en sus reservas para equilibrar sus divisas.
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La aspiración de retornar a un sistema de moneda dura de muchos libertarios y conservadores es una aspiración. Pero no es una realidad. Si el oro gana terreno en un ciclo bajista, es porque los bancos centrales durante estos periodos normalmente compran oro para estabilizar sus monedas. Pero esto no es una revolución o un referéndum en contra del sistema fiat. Son los ciclos económicos. Algo normal y corriente.
Es perfectamente viable utilizar la capitalización del mercado del oro como una referencia para hablar de la capitalización de mercado de Bitcoin. Pero eso se hace por respectiva. No implica que Bitcoin literalmente sea un sustituto del oro en la macroeconomía mundial. El mercado del oro es gigante. En parte, porque el oro es activo reserva de los países. Y, con frecuencia, se usa como colateral por parte de los Gobiernos para obtener financiamiento en el mercado internacional. Esto es una particularidad del oro. No sucede lo mismo con el arte, los diamantes, u otros activos especulativos.
Un “refugio seguro” altamente volátil y poco liquido es simplemente un contrasentido. Si Bitcoin sube, es porque hay demanda. En el pasado, eso por lo general sucede cuando hay mucha liquidez en la economía y los inversores son más tolerantes al riesgo. La persona promedio compra Bitcoin por razones especulativas. No por razones políticas. En estos momentos, el mercado Bitcoin es demasiado pequeño e inestable para ser usado como moneda reserva mundial. ¿Se imaginan a un país latinoamericano emitiendo un bono en Londres con Bitcoin como colateral? ¿Qué banco internacional vendería ese bono?
Damas y caballeros, debemos ser suficientemente inteligentes para saber que la aspiración libertaria de revolucionar la economía mundial con un sistema de moneda dura no es un hecho, sino la aspiración de un grupo minoritario. Comprar Bitcoin no es un voto a favor de esta supuesta revolución. Además, Bitcoin no tiene el mismo rol exacto del oro en la política monetaria mundial. El mercado Bitcoin es demasiado pequeño, nuevo, inestable y poco líquido para ser un refugio seguro en estos momentos. No es una competencia para el oro en el sentido macroeconómico. No están correlacionados. Y los administradores de fondos no tratan a estos dos activos de la misma manera en el diseño de sus portafolios.
El efecto red del oro y el dólar en la economía mundial tiene mucho peso. No es algo que se pueda sustituir de la noche a la mañana. El comercio mundial gira en torno al dólar. Y el oro es muy importante para los entes gubernamentales. No se trata solamente de su uso como forma de pago. No es un asunto de adopción comercial. Se trata de toda una maraña de obligaciones y acuerdos a largo atadas a estos dos activos.
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Por ejemplo, un país X tiene gran parte de sus reservas de oro en un depósito en Londres. A su vez, ese oro es utilizado como garantía para obtener un préstamo a largo plazo por parte de un gran banco internacional. Lo que quiere decir que ese oro no se puede vender, porque es el colateral de un préstamo. Ah, pero resulta ser que Bitcoin se pone de moda y ahora los Gobiernos van a querer vender su oro para comprar Bitcoin. ¿En serio? ¿Bitcoin ocupará el lugar del oro?
Decir que Bitcoin no es como el oro en un sentido macroeconómico no es una herejía. Es simplemente sentido común. No todos queremos o creemos en la revolución libertaria. No todos queremos un sistema global de moneda dura. No todos odiamos al dólar. Algunos de nosotros vemos a Bitcoin como una excelente inversión por la accesibilidad, la versatilidad, y la rentabilidad del instrumento. La compra es meramente un asunto financiero y tecnológico. No tiene que mezclarse necesariamente con la política o ideología. Todo eso de la separación del Estado y la economía, la abolición del dinero fiat y el fundamentalismo de libre mercado. ¿Bitcoin, el nuevo oro en el futuro patrón Bitcoin? ¿Es eso realmente necesario? Prefiero: ¡Bitcoin, la gran inversión!
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