Bitcoin: ¿Por qué China está causando desastres?
El Gobierno chino sigue arremetiendo contra Bitcoin. El “crackdown” no es nuevo. Sin embargo, últimamente se ha vuelto más intenso. Se piensa que esta vez es diferente. La relación gobierno/bitcoin siempre ha sido complicada en China. Algunas cosas son ilegales, otras son permitidas y otras son ilegales pero toleradas. Lo que ocurre es que el camino se ha vuelto más estrecho con el tiempo. El asunto es lamentable, porque China es muy importante para Bitcoin. Sin embargo, no es el fin del mundo. Habrá distorsiones temporales. Pero la minería se adaptará y la comunidad Bitcoin en general se adaptará. Bitcoin, definitivamente, superará este percance.
Estamos ante una nueva China. La China de hoy no es la misma que la de hace un par de décadas. El color del gato sí ha importado en los últimos años. La China de la apertura económica era dominado por el Partido Comunista en lo político, pero, en lo económico, el sector privado tenía el paso libre. El éxito chino se lo podemos atribuir a este pragmatismo. Sin embargo, la nueva China es más autoritaria. Solo apoya lo que contrala. Xi Jinping ha incrementado su domino sobre el Partido. El Partido ha incrementado su dominio sobre el Gobierno. Y el Gobierno ha incrementado su dominio sobre la economía. Eso normalmente significa control total de los sectores estratégicos. La banca, el flujo de capitales, y los controles cambiarios son prioridad para un gobierno de mano dura. Bitcoin es muy liberal para los propósitos chinos.
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Las recientes peleas con Jack Ma de Ali Baba nos revelan esa nueva China. El Gobierno ahora quiere meter sus narices en todo. Lo que significa que la empresa privada no es del todo libre. Ahora no es posible que el CEO contradiga la línea del gobierno sin impunidad. Las empresas deben ahora demostrar una mayor lealtad hacia el Partido. Y cualquier desobediencia traerá problemas.
La creación del yuan digital es parte de un plan. Con esta tecnología, el control y rastreo de la actividad económica se hará mucho más fácil. En Occidente, no tenemos mucha idea de la importancia de los pagos digitales en China. Pero las plataformas de pago, Ali Pay y WeChat Pay, están en todos lados en China. De hecho, el efectivo prácticamente ha desaparecido en las principales ciudades de China. No es causal la introducción de una moneda digital estatal que se engrane mejor a esos sistemas. De este modo, el Gobierno puede tener un control mucho más directo.
El modelo chino definitivamente funcionó. Pero está evolucionando. China ya no es solo la gran fábrica que produce productos copiados, económicos y de baja calidad. El sector manufacturero todavía es importantísimo en China. Pero China también se está convirtiendo en un centro de innovación de mayor sofisticación técnica. El Gobierno chino está invirtiendo en la carrera tecnológica. Bien se sabe que ha estado invirtiendo en inteligencia artificial, robótica, autos eléctricos, fintech y blockchain. La economía china se basaba en infraestructura, manufactura y exportación. Pero esta configuración ha estado cambiando hacia los servicios y la tecnología.
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Debido a estos cambios políticos y económicos en China, uno podría deducir que la meta es una especie de totalitarismo tecnológico. Lo que significa una intolerancia a las tecnologías renegadas. Para nadie es un secreto que muchas cosas están prohibidas en China. Por ejemplo, Facebook, Google, Twitter e Instagram tienen las puertas cerradas en China. Si bien ese bloqueo implica una importante pérdida de oportunidad para esas empresas, hay más países en el mundo para hacer negocios. Los chinos tienen réplicas Made in China de todos esos productos. La gran diferencia es que estos productos hechos en casa están en perfecta sintonía con el Gobierno.
El caso de Bitcoin es algo diferente. Porque la comunidad Bitcoin china ha formado parte de la comunidad bitcoin global prácticamente desde el principio. La minería, en particular, ha sido un asunto esencialmente chino. Los principales pools son chinos. Los principales fabricantes de mineros son chinos. Y mucho de nuestro hashrate proviene de la China. El “crackdown” total de estas operaciones lógicamente significarían un duro golpe para la minería. Se podría asumir que muchas de estas operaciones se mantendrán en la clandestinidad. Sin embargo, obvio que la minería en general sufrirá.
Ahora bien, podríamos ver un crackdown parcial. Ciertamente, es posible que el gobierno siga tolerando ciertas operaciones bajo determinadas condiciones. Sin embargo, esto no significa que habrá muchas garantías en la nueva China para los mineros. La ambigüedad no es buena para los negocios. Solo la posibilidad de un crackdown total puede servir para desalentar a los mineros.
Todo esto es una mala noticia para la minería en China y obviamente una distorsión temporal para la minería global. Después de todo, la minería china domina la minería global. Sin embargo, un desplome de la minería china podría significar el florecimiento de la minería en otras partes. Podríamos tener un gran éxodo de la minería china hacia los países vecinos. Y los mineros en otras partes del mundo podrían sentirse estimulados debido al colapso del monopolio chino.
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Yo diría que esto no es del todo malo para Bitcoin en el largo plazo. Los mercados han interpretado la noticia del crackdown como negativa por sus repercusiones en el corto plazo. Sin embargo, en una visión más amplia, es obvio que el crackdown chino no es el fin del mundo. En un principio, no sabemos bien cómo evolucionarán las cosas. Todavía es posible que, a un nivel, todo siga igual. Porque los mineros chinos pueden encontrar una manera de sobrevivir en la nueva China. Ahora bien, en el caso que el impacto sí sea significativo, los mineros en otras partes seguramente responderán. En consecuencia, tendremos una minería más descentralizada y menos china. Con suerte, una más verde.
China tiene sus puertas cerradas para muchas cosas. Pero eso no significa la muerte del negocio como un todo. Es decir, la vida después de China existe. Facebook aún existe, por ejemplo. China es una torta que todos quieren comer. Pero no es algo terriblemente indispensable. La industria minera puede reconfigurarse. Puede adaptarse. Y otra región puede asumir el nuevo liderazgo. Lo que recurra en China es relevante para Bitcoin, pero no es tan grave como podría parecer. El mercado suele reaccionar con impulsos. Pero, en este caso, hay darle tiempo al tiempo. No hay razones para perder la fe tan temprano.