Bitcoin, ¿La solución al Efecto Cantillón?
El Inicio
Cuando Satoshi Nakamoto publicó el whitepaper de Bitcoin, tan sólo mes y medio después de la quiebra de Lehman Brothers y el día que algunos consideran como el inicio de la crisis de 2008, pocas personas le dieron suficiente importancia a este nuevo sistema de efectivo electrónico que pretendía funcionar de usuario-a-usuario sin necesidad de ningún intermediario. Sin embargo, 12 años después de la publicación de Satoshi Nakamoto, Bitcoin ha pasado de ser una idea explicada en 9 páginas a representar un fenómeno mundial que para algunos es sinónimo de esperanza y de una revolución pacífica de la que todos podemos ser parte.
Aunque todavía se generan algunos debates sobre la verdadera intención de Nakamoto al crear Bitcoin, para mí es evidente que su principal motivación era proponer una alternativa al sistema económico y financiero que rige en la actualidad. Prueba de la motivación de Satoshi Nakamoto y de su inconformidad frente a la actuación de los Bancos Centrales está directamente en el bloque génesis de Bitcoin (primer bloque de blockchain de Bitcoin). En este bloque, minado el 3 de enero de 2009, Satoshi Nakamoto escribió “The Times 03/Jan/2009 Chancellor on brink of second bailout for banks” que en español significa “The Times 03/Ene/2009 Canciller a punto del segundo rescate a los bancos”.
Imagen contrastando la portada de la reconocida publicación inglesa The Times y la información contenida en el bloque génesis de Bitcoin
Desde mi punto de vista, el hecho que Nakamoto haya incluido este corto texto en el primer bloque de Bitcoin es en sí mismo una protesta contra la manera como los Bancos Centrales manejan su política monetaria, emitiendo dinero de forma indiscriminada para salvar a los bancos, a costa de perjudicar a la mayoría de los ciudadanos. Si en este momento no entiendes porque emitir dinero (también conocido como imprimir dinero) para salvar a los bancos está en contra de los intereses de la sociedad, al finalizar este artículo estoy seguro de que te va a quedar muy claro.
Inflación
La palabra inflación es uno de los términos económicos más conocidos y discutidos en el mundo, no sólo en entornos académicos sino también en el día a día de las personas comunes y corrientes. A pesar de que hay un entendimiento general sobre el significado de inflación, no muchas personas conocen que esta palabra puede significar distintas cosas dependiendo del contexto y/o de la persona que la utilice.
En general y para los economistas keynesianos, la inflación es un fenómeno económico que hace referencia al incremento en los precios de los bienes y servicios en el mercado durante un periodo de tiempo específico. En otras palabras, la inflación puede entenderse como la pérdida del poder adquisitivo del dinero en el tiempo. Estas dos definiciones explican exactamente el mismo fenómeno, pues un incremento en los precios de los bienes y servicios representa una pérdida del valor del dinero. Asumiendo una cantidad de dinero fija, hoy puedo comprar menos cosas que hace 2 años y muchas menos que hace 10 años.
Por otro lado, para los seguidores de la escuela austriaca de economía, la inflación representa el incremento en el suministro de dinero en la economía. En otras palabras, para los economistas austriacos la inflación es una medida de la nueva cantidad de dinero emitida por los Bancos Centrales con respecto al dinero total existente antes de esta emisión. Por ejemplo, si el total de dinero en la economía al empezar un periodo son cien millones de dólares ($100,000,000) y durante este periodo el Banco Central imprime diez millones de dólares ($10,000,000), para los economistas austriacos la inflación durante este periodo había sido del 10% ($10,000,000 / $100,000,000).
El Efecto Cantillón
En el siglo XVIII, mientras estudiaba los ciclos económicos, el economista Richard Cantillon se dio cuenta que la impresión de dinero por parte de los Bancos Centrales no afectaba a todo el mundo por igual. Principalmente, Cantillon notó que cuando los Bancos Centrales emitían nuevos billetes estos no estaban siendo distribuidos de forma equitativa en la sociedad y que algunas personas y entidades recibían primero ese dinero. Debido a esta situación, las entidades que recibían primero el dinero, las entidades que estaban más cerca al Banco Central, estaban en una posición ventajosa frente a las demás entidades que recibían el dinero después como resultado de intercambiar bienes y/o servicios en el mercado.
Si combinamos la situación descrita anteriormente con los efectos causados por la inflación, encontramos que las entidades más cercanas al Banco Central se benefician de recibir el dinero antes de que los precios de la economía suban. Por otra parte, las entidades que están más lejos del Banco Central, y que por lo tanto reciben el nuevo dinero mucho después de que éste sea emitido, se ven perjudicadas al recibir un dinero que ya ha perdido valor, pues los precios de los bienes y servicios en el mercado han subido como consecuencia de la inflación.
En el contexto actual, para nadie es un secreto que los principales Bancos Centrales del Mundo, encabezados por la Reserva Federal en Estados Unidos y el Banco Central Europeo en Europa, han venido imprimiendo dinero de forma indiscriminada durante prácticamente todo el 2020. Este dinero que están imprimiendo los Bancos Centrales está dirigido principalmente a financiar a los gobiernos, a financiar a los bancos y a salvar a algunas de las más grandes corporaciones a nivel mundial. Además, es importante mencionar que este dinero se está “prestando” a tasas de interés muy bajas y en algunos casos incluso a tasas de interés negativas.
Mientras que los gobiernos, los bancos y las grandes corporaciones reciben el dinero recién impreso por los Bancos Centrales y a tasas de interés ridículamente bajas, pasarán varios años hasta que los individuos y las pequeñas entidades puedan ver ese dinero. Para que esto ocurra, los gobiernos, bancos y grandes corporaciones tendrán que primero remunerar a sus empleados y distribuir beneficios a sus accionistas (aunque entiendo que esto último no pasa en el caso de los gobiernos).
Después de esto, los bancos pueden empezar a prestar dinero a tasas de interés más altas (pues como todo negocio deben obtener una utilidad o beneficio sobre su actividad), las empresas pueden empezar a pagar a sus proveedores y así el dinero empieza a fluir en la economía.
Aunque esto puede parecer normal, lo cierto es que los que reciben el dinero primero pueden escoger en que se gastan este dinero y cuándo se lo gastan, pues no es común que se lo gasten inmediatamente. De este modo, los que reciben el dinero primero pueden comprar activos y/o realizar inversiones antes de que los precios hayan subido, mientras que los que reciben el dinero de último sólo podrán comprar lo que les alcance con este dinero que ha perdido valor en el tiempo.
Y volvemos a Bitcoin
A diferencia de la política monetaria de los Bancos Centrales, en la cual unos pocos deciden cuánto dinero imprimir, cuándo imprimirlo y a quién dárselo, Bitcoin tiene una curva de emisión fija determinada por código matemático que nadie puede cambiar a su antojo. En Bitcoin, todos sabemos que en un principio se generaban 50 BTC por bloque y que en promedio se mina un bloque cada 10 minutos. Además, también sabemos que la emisión de nuevos BTC se reduce a la mitad cada 210,000 bloques, por lo que después de emitir 50 BTC por bloque se pasó a emitir 25 BTC por bloque, después 12.5 BTC por bloque y hoy se están emitiendo 6.25 BTC por bloque.
Pero posiblemente lo más interesante de la política de emisión de Bitcoin es que los nuevos BTC emitidos por el protocolo no son distribuidos entre los amigos de Satoshi Nakamoto, ni entre los que están más cerca de los desarrolladores de Bitcoin. No. Los nuevos BTC emitidos por el protocolo son distribuidos de forma justa y conocida por todo el mundo a los mineros que trabajan día y noche utilizando su poder computacional para asegurar la seguridad de la red. Y lo mejor de todo, cualquiera que desee puede empezar a minar Bitcoin y participar en una competencia mundial para ser el beneficiario de los nuevos BTC emitidos por la red.
Conclusión
A pesar de que llevamos muchos años viviendo en un mundo controlado por los gobiernos en dónde los Bancos Centrales tienen la potestad de manipular la política monetaria a su antojo para beneficiar a los que ellos quieran, hoy existe un sistema alternativo en el que esto no es posible. Con el nacimiento de Bitcoin, Satoshi Nakamoto nos mostró un camino diferente, nos mostró que es posible utilizar un sistema en el que todos tenemos las mismas posibilidades y nadie puede aprovechar sus contactos para beneficiarse de la emisión de nuevo dinero.
Hoy, Bitcoin se está posicionando como una alternativa al sistema monetario actual. Con su política de emisión fija y transparente, Bitcoin representa un dinero neutral, apolítico y más justo que el dinero actual. No creo que el dinero de los Bancos Centrales vaya a desaparecer en el corto plazo, pero como en 2009 Satoshi Nakamoto elevó una voz de protesta al incluir la portada de The Times en el bloque génesis de Bitcoin, hoy yo elevo mi voz de protesta al utilizar Bitcoin como dinero por encima del dinero corrupto de los Bancos Centrales.
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