¿Bitcoin es cobertura contra la inflación en América Latina?
No existe un único antídoto o una sola estrategia a seguir frente a la lucha contra la inflación. Bitcoin por su parte, aporta al sistema económico un límite de 21 millones de token BTC y descentralización de la información.
Sin embargo, el patrón Bitcoin atentaría contra el concepto de soberanía monetaria como poder supremo e independiente de una nación.
¿Qué es la inflación?
Desde la visión más tradicional, “la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario”, parte de un esquema antiguo al de la teoría cuantitativa, donde se asocia los términos de “demanda agregada”, “demanda de bienes” y “demanda global”.
En esta lógica, la trípode que sostiene el fenómeno social de una moneda nacional en el sistema económico esta compuesta por deuda, soberanía y confianza.
Cuando el nivel general de precios sube, se adquieren menos bienes y servicios con cada unidad de moneda. Es decir, que la inflación refleja la disminución del poder adquisitivo.
La inflación puede surgir por diferentes factores, sea por consumo o demanda de bienes y productos importados frente a una baja o nula producción de los nacionales; o por costes elevados en la extracción, importación o exportación de materias primas (cobre, petróleo, gas natural, telas, etc).
También puede ser consecuencia de una inflación autoconstruida la cual prevé un aumento de precios debido a un cambio en el sistema sociopolítico actual que vive la nación.
La inflación es un circulo vicioso que genera expectativas de mayor inflación, justifica aumentos de salarios para contrarrestar los efectos inflacionarios en artículos esenciales para la subsistencia del ser humano dentro del territorio en el que habita.
Estructura Institucional
La independencia de la banca central de cada país es imperante ya que su objetivo prioritario consiste en mantener una estabilidad de la moneda soberana, y fortalecer el desarrollo interno de la nación.
Los miembros que conforman la junta directiva de los bancos centrales deben asumir una posición neutral o tecnócrata, con el fin de no influir la toma de decisiones a favor de grupos e ideologías de intereses propios.
Una nación que pierde su soberanía monetaria, le ha quitado todo poder y control a la circulación de monedas en su territorio por la banca central. Ese poder pasa a residir en los bancos centrales que emiten las monedas, generando mayores desbalances y desajustes en la economía de la nación afectada.
Como efecto colateral se dispara al alza el endeudamiento externo.
Países dolarizados en América Latina
En América Latina contamos con tres ejemplos de países dolarizados (Panamá, El Salvador y Ecuador). Estos países presentan un porcentaje de inflación relativamente bajo acompañando economías como Bolivia y Brasil.
Si bien pueden percibir un mayor aumento de liquidez extranjera, cada país enfrenta retos completamente diferentes. Estos van ligados a un bajo o nulo desarrollo productivo interno “desindustrialización”, y una dependencia de productos importados.
El uso de una moneda más fuerte aumenta el coste de vida, y el condicionamiento de las políticas restrictivas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), eleva en un mayor grado de riesgo de insolvencia y liquidez bancaria, seguido de un aumento en los niveles de desempleo para estas tres naciones.
Argentina y Venezuela: Casos de dolarización informal
En Argentina y Venezuela se emplea el dólar como reserva de valor, un fenómeno de dolarización voluntaria, espontánea e informal.
Esto ha conllevado a una total inestabilidad financiera regional, ya que al no ser oficializada la dolarización. También genera una escasez en la circulación misma de la divisa norteamericana y la especulación dispara el valor de los productos y servicios. Por otra parte, aumenta aun más la desigualdad social interna de estas dos naciones.
Brasil y México implementaron un conjunto de programas de austeridad fiscal, donde se extralimitaba la circulación del dólar, disminuyendo el desequilibrio financiero mientras se fortalecía las monedas locales.
Bitcoin como instrumento contra la inflación
Bitcoin como activo deflacionario y con límite de emisión, teóricamente podría reducir cualquier economía que presente altos índices de hiperinflación, si esa es la finalidad de la política monetaria de un país.
El Salvador, ha sido el primer país latinoamericano en adoptar el patrón Bitcoin. Sin embargo, ha demostrado también uno de los mayores efectos de ajustarse a una economía deflacionaria. La bolsa de acciones salvadoreñas ha presentado una pérdida adquisitiva del 60% frente al valor del token BTC.
Bitcoin vs Litecoin para transacciones
La descentralización que propone la tecnología blockchain automatiza la gestión de activos. La transparencia evita que sea corrompido el flujo de información y permite aumentar el nivel de confianza en los participantes.
Si bien Litecoin cuenta con un máximo de emisión de 84 millones de token LTC, resulta ser también 4 veces más rápidas las transacciones que Bitcoin y a un menor costo.
Si algo es valioso, puede ser intercambiado por bienes y servicios, y esto es justamente lo que sucede tanto con Bitcoin como con Litecoin. De esta forma, se convierten en activos a largo plazo fiables en el uso de transacciones.
Charlie Lee creador de Litecoin ha sabido interpretar tantos las fortalezas de Bitcoin, blockchain y por lo mismo creó una red que simplifique los costos y sea mas amigable con la mayoría de la población de bajos recursos.
En este sentido, afirmó:
“Litecoin y Bitcoin trabajarán juntos para resolver las necesidades de transacción del mundo”.
Bitcoin vs. Dólar
Abandonar una moneda soberana de una republica independiente la cual puede ser respaldada por materia prima o activos de reserva de valor como el oro, por una moneda extranjera como el dólar o una criptomoneda como Bitcoin resulta ser el camino fácil.
Cuando se trata de reducir los índices de inflación no solo se refiere al porcentaje elevado que se recopila en los datos estadísticos, sino a la generación de una mayor estabilidad económica, y que la banca central pueda impulsar el desarrollo interno de cada nación.
Uno de los trilemas cuantitativos que enfrenta cada país es la confianza que genere la moneda que se emite por su banco central. Si las entidades financieras tanto nacionales como extranjeras desconfían de dicha moneda, se produce una devaluación monetaria, y con ello un declive económico.
Uno de los obstáculos más difíciles de superar para una nación que ha perdido confianza en su moneda, es precisamente volver a recuperarla.
Tal es el caso de Hungría, donde en 1946 los precios podían duplicarse en 15 horas, y la solución tras recuperar su oro confiscado por Estados Unidos, fue la creación de una nueva moneda “el florín” respaldada por todo el oro nacional.
Hungría no fue la única nación que sufrió de hiperinflaciones, tal es el caso de Israel al registrar un promedio del 500% anual.
Otro caso notable fue el éxodo de la Alemania de Weimar desencadenando una hiperinflación entre 1921 y 1924 que luego pasó a convertirse en una de las deflaciones mas grandes de la historia durante la crisis de 1929 y 1933.
En conclusión
Si bien Bitcoin puede proporcionar una solución al problema inflacionario que atraviesan naciones como Argentina y Venezuela, también se puede convertir en uno de los mayores problemas, debido a su limitada emisión, la cual podría extrapolar la desigualdad social actual.
Los precios de los bienes y servicios entrarían a competir no contra el dólar sino contra Bitcoin, provocando una reducción en los salarios, aumento del desempleo, y una baja producción de artículos básicos.
Uno de los mayores problemas que enfrentamos desde la crisis de 1990 y 1992, es el uso aplicado de la especulación y la deuda. La impresión de nuevo dinero acuña la circulación del mismo, pero si un activo o una acción sube por especulación descontrolada (burbujas financieras), crea una desestabilización monetaria, la cual se suple de una deuda 10:1.
El riesgo de abandonar las divisas a cambio de Bitcoin en este caso es que un alto porcentaje del suministro total de Bitcoin pertenezca a un pequeño número de países, bancos y empresas.
Se supone que las criptomonedas fueron creadas con la noble intención de repartir la riqueza de manera más uniforme, y Bitcoin podría impulsar una mayor desigualdad social a la que vivimos actualmente si se termina empleando con otro fin del que no fue creado: “la optimización de micro transacciones internacionales”.
Pese a que el Salvador se considere la casa de Bitcoin, Argentina y Venezuela han superado con creces nuevos récord en las transacciones P2P con criptomonedas, reduciendo gastos de comisiones en más de un 300% frente a las variantes del dólar informal.
Es por eso que tanto Argentina como Venezuela se consideran los mejores casos de uso en el uso de las criptomonedas, en base a una necesidad que una moneda soberana no ha podido superar.
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