Bitcoin desafió los $31K: ¿qué necesita para romper el techo?
Los mercados son como una montaña rusa: a veces suben, a veces bajan. Pero no te dejes engañar por sus movimientos aparentemente aleatorios. Detrás de cada subida y bajada hay una lógica: la oferta y la demanda. Cuando hay más gente dispuesta a comprar que a vender, el precio sube. Y cuando hay más gente dispuesta a vender que a comprar, el precio baja. Así de simple.
Bueno, casi. Porque resulta que hay ciertos niveles de precio donde la oferta y la demanda se equilibran, y el precio se estabiliza. A estos niveles les llamamos soportes y resistencias. Son como los frenos y los aceleradores de la montaña rusa. Los soportes son los niveles donde el precio encuentra apoyo para rebotar hacia arriba. Y las resistencias son los niveles donde el precio encuentra obstáculos para seguir subiendo.
Imagina que el precio de Bitcoin es una pelota que rebota entre dos paredes. Una pared es el soporte y la otra es la resistencia. El soporte es el nivel donde el precio encuentra un suelo firme para no caer más. La resistencia es el nivel donde el precio encuentra un techo duro para no subir más. Entre estas dos paredes, el precio se mueve de arriba a abajo, como una pelota que va y viene. A veces se acerca más a una pared, y otras veces a la otra. Pero no las rompe. ¿Por qué? Porque hay mucha gente que compra y vende en esos niveles. Los que compran en el soporte creen que el precio está barato y que va a subir. Los que venden en la resistencia creen que el precio está caro y que va a bajar. Así se crea un equilibrio entre la oferta y la demanda.
Pero no todo el mundo piensa igual. Hay algunos que se dejan llevar por las emociones y las noticias. Cuando el precio se acerca a la resistencia, se ponen eufóricos y creen que va a romperla y seguir subiendo. Entonces compran más, impulsando el precio hacia arriba. Pero luego se encuentran con los que saben más y tienen más paciencia. Estos aprovechan para vender y recoger beneficios, empujando el precio hacia abajo. Y así se repite el ciclo.
Lo mismo pasa cuando el precio se acerca al soporte. Hay algunos que se ponen nerviosos y creen que va a romperlo y seguir bajando. Entonces venden más, arrastrando el precio hacia abajo. Pero luego se topan con los que tienen más confianza y más visión. Estos aprovechan para comprar y acumular posiciones, elevando el precio hacia arriba. Y así se repite el ciclo.
¿Qué podemos aprender de esto? Que no hay que dejarse llevar por las apariencias ni por las emociones. Que hay que tener en cuenta los niveles de soporte y resistencia, y actuar en consecuencia. Y que hay que tener cuidado con los falsos rompimientos, porque a veces el precio puede engañarnos y hacer creer que va a salir de la banda, cuando en realidad solo está jugando con nosotros.
¿Quieres saber lo que está pasando en realidad con el mercado cripto? ¿Te fías de lo que te dicen las redes sociales, donde todos son unos genios que compran barato, y los que venden ahora son unos cobardes que no aguantan la presión? Pues quizás deberías mirar más allá de los memes, los hashtags y los influencers, y prestar atención a lo que te dice la acción del precio. Porque ahí es donde se ve la verdad, aunque a veces duela.
En el gráfico, podemos ver dos cosas importantes: el precio y el volumen. El precio te dice cómo se mueve el precio de Bitcoin en el tiempo, y el volumen te dice cuánta gente está comprando o vendiendo en cada momento. Si sabes interpretar estos dos elementos, podrás tener una idea un poco más clara de lo que está pasando en el mercado, y no caer en las trampas de los que te quieren engañar.
¿Qué es lo que vemos ahora en el gráfico? Pues vemos que el precio está en un movimiento lateral, es decir, que no sube ni baja mucho, sino que se mantiene en un rango (24K-31K). Esto podría hacernos pensar que hay un equilibrio entre la oferta y la demanda, que los compradores y los vendedores están igualados.
Pero si miramos el volumen, vemos otra cosa. Vemos que el volumen está muy bajo, lo que significa que hay poco interés en el mercado, que la gente está aburrida o asustada. Y si nos fijamos en las velas, vemos que las rojas son más grandes y tienen más volumen que las verdes, lo que significa que hay más fuerza en los vendedores que en los compradores.
Entonces, ¿qué nos dice esto? Pues nos dice que hay una narrativa alternativa a la que nos cuentan las redes sociales. Una narrativa que dice que hay un grupo de tiburones que se aprovechan de los pececillos. Los tiburones son los grandes capitales, los institucionales, los profesionales, los que tienen información privilegiada y recursos ilimitados. Los pececillos son los minoristas, los aficionados, los fanáticos, los que se dejan llevar por las emociones y las modas. Los tiburones saben cómo manipular el mercado para sacar provecho de los pececillos. Lo hacen creando falsas expectativas, generando ilusión o miedo, inflando o desinflando el precio. Y cuando ven la oportunidad, venden a lo grande y se llevan las ganancias, dejando a los pececillos con las manos vacías.
¿Sabes cómo funciona el mercado cripto? Es como Wall Street, pero más salvaje. Los pequeños ponen la pasta y los grandes se la llevan. No es justo, pero es lo que hay. Y si piensas como la mayoría en las redes sociales, cuidado. Bitcoin es como una secta para muchos, que se sienten parte de una tribu. Pero si lo que quieres es ganar dinero, no te dejes engañar por la mentalidad colectiva. Lo que importa es el precio, el volumen, las medias, las resistencias y los soportes. Usa tu cabeza y no hagas caso a los gritos de “¡A la luna!”. Hay mucho lobo disfrazado de oveja queriendo tu dinero.
¿Qué hace falta para que el precio suba como la espuma? Pues más gente que compre que la que venda. Así de simple. Necesitamos músculo. Necesitamos pasta fresca. Necesitamos que los grandes se metan en el ajo. Y necesitamos una señal que nos diga que hay más hambre de cripto que nunca. ¿La tenemos? Pues eso depende de a quién le preguntes. Pero yo te diría que no te fíes de las apariencias.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
Te puede interesar:
Las inversiones en criptoactivos no están reguladas. Es posible que no sean apropiados para inversores minoristas y que se pierda el monto total invertido. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.