Biden promulga orden ejecutiva sobre nuevas normas de seguridad para la IA
El 30 de octubre, el gobierno del Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, publicó una orden ejecutiva por la que se establecen nuevas normas de seguridad para la inteligencia artificial (IA).
El discurso de Biden dijo que se basa en las medidas adoptadas anteriormente, incluidos los compromisos de seguridad de la IA de 15 empresas líderes del sector. Las nuevas normas tienen seis puntos de contacto principales para las nuevas normas de IA, junto con planes para el uso ético de la IA en el gobierno, prácticas de privacidad para los ciudadanos y pasos para proteger la privacidad de los consumidores.
La primera norma exige a los desarrolladores del sistema de IA más potente que compartan los resultados de las pruebas de seguridad y la “información crítica” con el gobierno. En segundo lugar, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología desarrollará herramientas y pruebas estandarizadas para garantizar la seguridad y fiabilidad de la IA.
La administración también pretende proteger contra el riesgo del uso de IA para diseñar “materiales biológicos peligrosos” mediante nuevas normas de detección de síntesis biológicas.
Otra norma incluye la protección contra el fraude y el engaño mediante IA. Se establecerán normas y buenas prácticas para detectar contenidos generados por IA y autenticar contenidos oficiales.
También tiene previsto basarse en el Desafío Cibernético de Inteligencia Artificial que la Administración anunció en agosto, impulsando un programa de ciberseguridad para desarrollar herramientas de inteligencia artificial que detecten y corrijan vulnerabilidades en software crítico. Por último, ordenó la elaboración de un memorándum de seguridad nacional, que seguirá dirigiendo las acciones en materia de seguridad de la IA.
La orden también se refería a los riesgos de la IA para la privacidad:
“Sin garantías, la IA puede poner aún más en peligro la privacidad de los estadounidenses. La IA no solo facilita la extracción, identificación y explotación de datos personales, sino que también aumenta los incentivos para hacerlo porque las empresas utilizan los datos para entrenar los sistemas de IA”.
Para ello, el presidente hizo un llamamiento oficial al Congreso para que apruebe una legislación bipartidista sobre privacidad de datos que dé prioridad al apoyo federal al desarrollo y la investigación de técnicas y tecnologías de privacidad.
Las autoridades estadounidenses también planean centrar sus esfuerzos en los avances en equidad y derechos civiles en relación con la IA, emplear el uso responsable de la IA para aportar beneficios a los consumidores y supervisar el impacto de la tecnología en el mercado laboral, entre otros temas relacionados con la sociedad.
Por último, la orden establecía los planes de la Administración para participar en la regulación de la IA en todo el mundo. Estados Unidos fue uno de los siete países del G7 que acordaron recientemente un código de conducta voluntario para desarrolladores de IA.
Dentro del propio gobierno, dice que planea publicar normas claras para “proteger los derechos y la seguridad, mejorar la contratación de IA y fortalecer su despliegue” y proporcionar formación sobre IA a todos los empleados en los campos pertinentes.
En julio, los senadores estadounidenses celebraron una reunión secreta en la Casa Blanca para debatir la normativa sobre esta tecnología, y el Senado ha organizado una serie de “Foros de Perspectiva de la IA” para escuchar a los principales expertos del sector.
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