Arthur Hayes reitera su predicción millonaria en torno a Bitcoin. ¿De dónde saca ese número?
El controvertido Arthur Hayes, co-fundador del exchange BitMEX, asegura que Bitcoin llegará a un millón de dólares para el año 2030. En estos momentos, Hayes recomienda paciencia. Y nos dice que, tarde o temprano, la Reserva Federal de los Estados Unidos se verá en la obligación de retomar los estímulos para evitar un endurecimiento excesivo del dólar. Hablemos de ambas posiciones.
Resulta obvio que nos encontramos desde noviembre del año pasado en una etapa bastante bajista. Debido a las condiciones macroeconómicas, los inversores han tomado una actitud risk-off. Lo que implica que se han vuelto más conservadores. Porque, durante tiempos de pesimismo, la prioridad es proteger nuestro dinero. La toma de riesgo la dejamos a un lado por un tiempo. Por ende, evadimos por activos demasiado volátiles.
Abril, mayo y junio fueron meses particularmente malos para Bitcoin. Pero julio ha sido un mes distinto. Definitivamente, se respira otro aire. El optimismo, en parte, ha vuelto. Claro que todavía es un optimismo bastante tímido. Y aún es muy temprano para comenzar a hablar de un piso. Sin embargo, pese a los altos niveles de inflación, el mercado de mercancías está emitiendo señales de desaceleración. Y los inversores están interpretando este fenómeno como una posible evidencia de que la inflación finalmente ha llegado a su máximo (peak). La Reserva Federal, con toda probabilidad, subirá las tasas en su próxima reunión por 75 puntos. Además, se espera que también suba las tasas en agosto y septiembre. Bueno, tal vez, no lo haga en incrementos de 75 puntos. Pero sí podríamos estar hablando de incrementos de 50 puntos. Ahora bien, es evidente que, durante las últimas semanas, el mercado ha experimentado un cambio en el sentimiento.
La subida del dólar definitivamente afecta el mercado de las mercancías. Porque la mayoría de las mercancías se comercian en dólares. Entonces, un dólar más caro beneficia a los proveedores y perjudica a los compradores. Por otro lado, si una recesión es lo que nos espera, es bastante probable que los inventarios tengan que disminuir en tamaño. De hecho, el precio de la gasolina en los Estados Unidos lleva varias semanas bajando. Lo que quiere decir que la inflación podría ser menor en los próximos reportes. De llegar a ser esto cierto, la Reserva Federal no tendría que ser tan agresiva. O sea, tarde o temprano, retornaremos a tener una política monetaria más flexible. Es decir, este catalizador macroeconómico podría marcar el comienzo de la recuperación. En este sentido, la postura de Arthur Hayes no es del todo insensata.
Bitcoin lleva semanas oscilante en un canal relativamente estrecho. Lo que bien parece un banderín bajista. Eso es lo normalmente llamamos un periodo de consolidación. Claro que, durante los últimos días, al parecer, el precio está buscando romper con ese canal. Hay señales de una posible reversión de tendencia. Estas cosas, obviamente, son muy difíciles de saber, porque las verdaderas reversiones se parecen mucho a las falsas reversiones. Yo recomendaría cautela.
El canal antes mencionado ha estado dominado por los vendedores. Un estudio del volumen nos revela que el inversor novato ha estado comprando. Y el inversor profesional ha estado vendiendo. Esto es lo que se conoce como distribución. Y nos podría estar indicando qué el dinero listo (Smart money) está esperando por una capitulación para poder comprar a mejores precios. Pero ahora tenemos estas nuevas alzas que parecen estar contradiciendo lo que estábamos viendo. ¿Tienen la suficiente fuerza para revertir la tendencia? ¿O se trata de un engaño? Tenemos en la gráfica como resistencia la media móvil de los 50 días. Para cantar victoria debemos romperla con fuerza y volumen. Tiene que ser un verdadero breakout. De lo contrario, el precio podría retroceder.
Ahora bien, hablemos de la otra posición. Un millón de dólares para el año 2030. ¿Cuáles son los factores que entran en juego? Bueno, tendríamos que tomar en cuenta las tasas de interés, la presión regulatoria, el crecimiento económico, la globalización, las tensiones geopolíticas, la demografía, los ahorros, la deuda pública, la deuda privada, la innovación tecnológica y el precio de las mercancías. Hablamos primero del S&P 500. El índice se ha triplicado en la última década. Sin embargo, ningún pronóstico espera que esa historia se repita en esta década. En esta oportunidad, la duplicación es probable. La triplicación no lo es. En otras palabras, hay razones para pensar que esta década no será tan pujante como la anterior. Eso se puede demostrar estudiando con mayor detenimiento cada uno de los factores que entran en juego.
Cabe destacar que al inversor promedio no le importa mucho la escasez del código, ni el poder de cómputo de la red, ni el sistema de llaves privadas. Eso es muy importante para el inversor idiosincrático. Pero el inversor idiosincrático es minoritario. Hace mucho ruido en las redes. Pero no tiene el poder suficiente para mover el mercado de manera significativa. “Las personas se van a dar cuenta de que Bitcoin es escaso” es una frase muy mencionada por los maximalistas como Michael Sayler y Max Keiser. Eso coloca a la escasez del código como un factor generador de futura demanda. Sin embargo, en el fondo, es una aspiración basada en una suposición dogmática. Por ejemplo, se estima que el suministro de litio para el año 2030 será muy superior al actual. Sin embargo, el mercado espera que el precio no disminuya en lo más mínimo. De hecho, se espera un incremento colosal en el precio del litio. Lo que implica que el tema de la escasez no es tan simple como algunos creen.
Hay otro fenómeno que debemos considerar. La capacidad de crecimiento disminuye con el aumento de la capitalización de mercado. Por ejemplo, en el año 2013, Bitcoin creció en un 5,507%. En el 2017, creció en 1,331%. En el 2019, creció en un 95%. En el 2020, creció en un 301%. En el 2021, creció en un 90%. Aquí estamos hablando de los mejores años de Bitcoin. En una década muy buena para los activos risk-on.
Ahora bien, en el 2017 (año después del segundo halving), alcanzó 10x el máximo anterior. En el 2021 (año después del tercer halving), alcanzó 4.3x el máximo anterior. Eso implica que, para el 2025, Bitcoin debe estar en $250k. Y, para el año 2029, un millón es posible, si tenemos el mismo factor de crecimiento de este halving. O sea, 4x para el próximo halving. 4x para el último halving de la década. Es posible, pero no será sencillo. ¿Por qué? Bueno, porque los 2020s no serán como los 2010s. Y porque no se crece al mismo ritmo cuando eres pequeño que cuando eres grande. No estoy diciendo que sea imposible. Pero tampoco es muy sensato pensar que será un paseo por el parque.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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