¡Apocalipsis! ¿Las CBDCs son el fin de Bitcoin?
Prácticamente, todo banco central en el mundo en estos momentos está estudiando la posibilidad de emitir una moneda digital hecha en casa. Todavía no están muy claros los detalles. Pero algunos anuncios se han hecho. Resulta obvio que hay interés por parte de las autoridades en adoptar tecnología blockchain para mejorar sus monedas. Pero poco se sabe de fechas o cambios concretos. Sería correcto decir que todavía estamos en una fase bastante temprana. Ahora bien, ¿las monedas digitales de los bancos centrales, mejor conocidas como CBDCs, representan una amenaza seria para Bitcoin?
Si nos dirigimos a criptotwitter, nos encontraremos con una batalla campal al estilo del Señor de los Anillos. Uno queda con la impresión de tener a un pueblo alzado. Parece que estamos en una revolución del individuo soberano en contra de todo tipo de autoridad. Los Gobiernos, los bancos, las grandes corporaciones, y todo tipo de intermediarios se presentan como los enemigos acérrimos de la libertad personal. Se trata de ellos y nosotros. Ellos, siendo los malos de la película. Y nosotros, al parecer, siendo los salvos de la trama. El resentimiento y la rabia del mentado pueblo es evidente. Y Bitcoin es el mesías del nuevo mundo.
Sigue leyendo: Precio de Bitcoin: ¿Por qué el modelo de predicción stock-to-flow está fallando?
Ahora bien, eso es lo que podemos ver en criptotwitter. Me refiero a la odisea política de los criptoidealistas. Ese es su camino. Perfectamente válido. Por supuesto que están en su derecho de vivir según su fe. Para ese grupo, el enemigo es toda maldad. Lo que implica la creación de las CBDCs son un ataque ante las amenazas planteadas por la revolución. Sin embargo, esos ataques, tarde o temprano, fracasarán. Porque Bitcoin está del lado correcto de la historia. Y el pueblo, eventualmente, triunfará.
Ese enfermo no tiene cura. Porque el enamorado no escucha razones. Estos héroes de la historia están en lo suyo. Están salvando al mundo un tuit a la vez. Está bien. Ahora hablamos de realidades. Bueno, en primer lugar, el dinero fiat ya es digital. Claro que todavía usamos efectivo (dinero de papel y metálico) para algunas cosas. Pero la mayoría de las transacciones hoy en día se realizan con dinero digital. Esta cuenta es muy sencilla. ¿Cuánto dinero tienes en su cartera? ¿Cuánto dinero tienes en tus cuentas digitales? Bueno, la mayoría de las personas es como tú. Más digital que físico.
Estas monedas digitales emitidas por un banco central vendrían siendo una actualización de un dinero ya esencialmente digital. En este caso, sería una actualización tomando en cuenta los avances de la tecnología blockchain. De los estudios que he leído, Bitcoin no se considera como una gran amenaza para los bancos centrales. Al menos no por ahora. Bitcoin por lo general se considera un activo especulativo. Lo que lo ubica en otra categoría. La necesidad de una moneda digital surge para reducir fricciones, costos, y retrasos. Es básicamente un asunto de eficiencia.
Ahora bien, es muy difícil entrar en detalles e indagar sobre impactos específicos, porque hay muchas opciones en el universo de posibilidades de las monedas digitales. ¿Cuál será el nivel de descentralización? ¿Cuál será el nivel de anónimo? ¿Cómo será el sistema de permisos? Y, por supuesto, ¿de qué moneda estamos hablando? ¿El dólar, el euro, el yen?
Sigue leyendo: ¿Qué se trae entre manos Carl Icahn con Bitcoin?
En lo que se refiere a Bitcoin, Bitcoin es diferente en diferentes contextos. Bitcoin, para los criptoidealistas, es el dios-tótem de la futura utopía libertaria. Por otro lado, en Estados Unidos, Europa y algunos países asiáticos, Bitcoin es un activo para la especulación/inversión. En los países más desarrollados, el capital abunda. Lo que quiere decir que los retornos sobre el capital no son muy altos. Las monedas son relativamente estables. Y el ahorro no es muy ventajoso, porque las tasas son extremadamente bajas. De hecho, en muchos casos, es preferible recurrir al crédito que al ahorro. ¿Por qué? Porque en los países ricos en capital el dinero es barato. Si bien es cierto que hay inflación, es tan moderada que en un año histórico no supera los dos dígitos. Solucionar el problema de inflación no es tan difícil, porque cualquier instrumento financiero te ofrece una tasa que contrarreste la pérdida.
Los inversores normalmente compran bonos soberanos o corporativos como una cobertura contra la inflación. En otras palabras, en los países desarrollados no se ahorra. Se invierte. Y el gran desafío no es superar la inflación. El gran desafío es obtener altos retornos sobre el capital. El S&P 500 es una opción. Pero todavía es una opción relativamente conservadora. Estamos hablando de un 10-20% al año. Bitcoin, por otro lado, promete 2X, 5X, 10X o más en un año. No estamos hablando de una simple moneda ciudadana planteada como moneda mundial en el contexto de una revolución libertaria. Estamos hablando de algo mucho más grande. Bitcoin como activo es todo un milagro. Tiene la capacidad de ofrecer mucho más que cualquier moneda digital de cualquier banco central.
Sigue leyendo: ¿Puede George Soros quebrar Bitcoin del mismo modo que quebró al Banco de Inglaterra?
Ahora bien, Bitcoin, para los países en vías de desarrollo, escasos de capital, es muchas cosas al mismo tiempo. Es un mecanismo para recibir remesas, una solución para los nobancarizados de la gig economy, y una herramienta muy importante en el mercado informal de divisas. Es posible que en el futuro las stablecoins le quiten mucho del protagonismo a Bitcoin en estas áreas en la medida que más plataformas fintech comienzan a ofrecer stablecoins como opción. Aquí sí podríamos ver importantes distorsiones y cambios. En los medios de pagos transfronterizos. No sé. Me refiero a las distintas regulaciones, las distintas CBDCs, las distintas stablecoins y las diferentes carteras digitales. En términos generales, me parece que Bitcoin tiene sus días contados en estos nichos gracias a las stablecoins y a las eventuales CBDCs. Todo va a depender del nivel de anonimato ofrecido por las CBDCs, y del nivel de confiabilidad de las stablecoins.
Por supuesto que las CBDCs no implican el fin del Bitcoin. Claro que no habrá ningún apocalipsis. Lo que tendremos será un fiat 2.0 conviviendo con una nueva categoría de activo: Los criptoactivos. Y los usuarios seguirán usando cada herramienta como mejor les convenga. Los idealistas seguirán haciendo propaganda y pelando batallas en twitter y en Youtube. Y el mundo seguirá girando como siempre. Por supuesto que aún debemos esperar mayores detalles. China ya tomó la delantera. Sabemos que la moneda china se trata de un incremento del control estatal. Por otro lado, los europeos están más adelantados que los estadounidenses. De hecho, los estadounidenses van a paso de tortuga. Claro que nos han prometido para este verano la publicación del tan esperado estudio por parte de la Reserva Federal. En ese estudio seguramente tendremos más información de relevancia. Bueno, aquí estamos esperando.