Alumnos de colegio de Buenos Aires desarrollaron su propia criptomoneda
Un grupo de alumnos perteneciente a la Escuela ORT, de la ciudad de Buenos Aires, incursionó en distintas iniciativas del mundo blockchain y criptomonedas. Los estudiantes del cuarto año de la institución lanzaron TIC Coin, su propia cripto.
Se trata de un conocimiento que podrán aplicar en sus proyectos profesionales, incorporando las herramientas técnicas y novedosas que cada día cobran mayor relevancia.
La tecnología blockchain se incorporó al programa educativo por primera vez este año. Antes, era dictada en formato de charlas extracurriculares. Enmarcados en la especialización de Tecnología de la Información y Comunicación (TIC) -una de las 11 que ofrece la institución-, los alumnos aprenden en profundidad el funcionamiento, implementación y aplicación de las innovaciones de vanguardia y del mundo del mañana.
Sus proyectos se basan justamente en la tecnología de blockchain, una base de datos pública y distribuida en la que se registran de forma segura las transacciones que se van realizando en la red. Esa industria implica además un cambio profundo en todo procedimiento que requiera una entidad validadora, como pueden ser títulos de compra-venta o títulos académicos.
Una cripto con fines educativos
En los proyectos de ORT no se trabaja con criptomoneda desde un aspecto financiero, en términos de rédito económico, sino que se opera con la red blockchain la cual requiere de un token. La billetera digital de cada estudiante está configurada únicamente para la red de ORT y la criptomoneda no puede operar en la red pública.
Darío Mischener, Director de la especialización en Tecnologías de la Información y Comunicación, brinda detalles.
“Esto nos llevó a crear la TIC Coin, que no es un criptoactivo, ni va a ser intercambiado con otro criptoactivo o moneda, sino que será utilizado como token dentro de la red de prueba para el desarrollo de productos o servicios digitales que utilicen blockchain”.
Para los alumnos, su cripto es comparable con dinero del Monopoly. No tiene valor de mercado sino que sirve para probar sus desarrollos.
La gráfica del token fue diseñada por los propios estudiantes y definida en un concurso interno con el propósito de usar el logo con fines estrictamente educativos. Desde la entidad educativa señalaron que alientan el desarrollo de productos digitales con el propósito de utilizar tecnologías de avanzada.
De la escuela al mundo profesional
La Escuela funciona como una usina de formación social que ofrece la posibilidad de acceder a un espacio con lineamientos curriculares integrales de educación tecnológica, y bajo la tutela de docentes especializados, para desplegar el aprendizaje obtenido al servicio de la sociedad.
En tercer, cuarto y quinto año los alumnos desarrollan proyectos que están diseñados con ciertas tecnologías. Se trabaja en equipos de entre 2 y 4 estudiantes. Luego, pueden continuarlo como emprendimiento o transformarlo en una experiencia curricular educativa.
Los docentes acompañan los proyectos durante el transcurso del año para que los alumnos puedan egresar con un portfolio profesional. Después, es voluntad de cada estudiante si decide mantenerlo en la currícula o llevarlo más allá, a una startup.
Además les ofrecen experiencia en manejo de equipos y liderazgo. La comunidad educativa trabaja en red, se retroalimenta entre docentes, estudiantes y graduados. Así sucedió con la creación de su propia cripto.
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