El 30% de los ecuatorianos con cuenta bancaria ha comprado criptomonedas

En Ecuador, los usuarios bancarizados han comenzado a mostrar un interés cada vez mayor en las criptomonedas como una alternativa a las monedas tradicionales. Según un artículo publicado en La Hora, un 30% de los ecuatorianos bancarizados ha optado ya por adquirir criptomonedas.

Esto se debe en gran medida a la creciente disponibilidad de plataformas y servicios que permiten a los usuarios comprar y vender criptomonedas con sus cuentas bancarias.

Según un informe reciente de Minsait Payments y Analistas Financieros Internacionales, Ecuador tiene una tasa de adopción de criptomonedas casi cuatro veces mayor que el promedio latinoamericano.

Los usuarios ecuatorianos recurren cada vez más a las criptomonedas

El estudio revela que tres de cada 10 ecuatorianos con cuentas bancarias activas han comprado criptomonedas. Y, si el país tiene 8,2 millones de titulares de cuentas bancarias, entonces 2,4 millones han realizado alguna transacción relacionada con criptomonedas. Solo República Dominicana tiene un porcentaje similar de compras de criptomonedas en América Latina.

Uno de los factores clave que ha impulsado la creciente adopción de las criptomonedas en Ecuador es la creciente digitalización de las tarjetas bancarias. Como señala un artículo de Minsait, la digitalización de las tarjetas bancarias ha permitido a los usuarios realizar pagos móviles de manera más fácil y conveniente.

Además, la creciente adopción de las criptomonedas en Ecuador también se debe en gran medida a la creciente aceptación y uso de las criptomonedas a nivel mundial. Cada vez más comerciantes y empresas están comenzando a aceptar criptomonedas como forma de pago. Lo mismo ha hecho que sea más fácil para los usuarios utilizar sus criptomonedas para comprar bienes y servicios.

Otro factor que ha impulsado la adopción de las criptomonedas en Ecuador es la impresión de la seguridad que pueden ofrecer estas monedas digitales. Las criptomonedas dan la impresión de ser altamente seguras al emplear tecnología de encriptación avanzada para proteger las transacciones. Esto hace que las criptomonedas sean una opción popular para aquellos que buscan proteger su privacidad y seguridad financiera.

En Ecuador, la predisposición a realizar pagos mediante criptomonedas es especialmente alta. En el último año, el 15% de los adultos ecuatorianos realizó pagos con criptomonedas a través de aplicaciones móviles. Por otra parte el 16,3% efecuó pagos en criptomonedas a través de páginas web. Por último, y quizá más sorprendente, es el caso de los pagos presenciales. El 16,3% realizó pagos presenciales, alcanzando los pagos con criptomonedas del país un promedio de 15,8%.

La ausencia de regulación, uno de los mayores obstáculos a la adopción de criptomonedas en Ecuador

A pesar de la creciente popularidad de las criptomonedas en Ecuador, todavía existen algunos desafíos y obstáculos a su adopción. Estos deben superarse para que las criptomonedas se conviertan en una forma de pago más ampliamente aceptada en el país.

Uno de los desafíos clave es la falta de regulación clara y consistente de las criptomonedas en Ecuador. Aunque no puede negarse que el gobierno ecuatoriano ha tomado medidas para regular las criptomonedas. Lo cierto es que aún existe una gran cantidad de incertidumbre y confusión en torno a cómo se deben tratar las criptomonedas desde una perspectiva legal y regulatoria.

La dificultad de crear una red de aceptación global donde los consumidores puedan intercambiar criptomonedas por bienes y servicios ha llevado a los proveedores y monederos de criptomonedas a confiar en los mecanismos de pago más tradicionales. Ejemplos de esto son Visa y Mastercard. En Ecuador, sin embargo, no existe una regulación que establezca claramente los usos y limitaciones de las criptomonedas.

En febrero de 2022, el gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, habló sobre la posibilidad de analizar una regulación de este tipo. No para hacer de las criptomonedas moneda de curso legal como en El Salvador; sino para determinar claramente qué se puede y qué no se puede hacer con ellas en la economía nacional.