El regulador de valores filipino busca más autoridad para vigilar el sector de las criptomonedas
La Comisión de Bolsa y Valores de Filipinas (SEC) pretende incluir las criptomonedas en su ámbito de actuación y reforzar su autoridad sobre el sector local de las criptomonedas con un nuevo proyecto de normas.
Según un informe del 25 de enero en un medio de comunicación local, el regulador de valores presentó para comentario público un proyecto de normas relativas a los productos y servicios financieros, que también cubren las criptomonedas y los productos financieros digitales.
La SEC afirmó en un comunicado que el proyecto de normas pondrá en práctica una ley recién firmada y le otorgará “facultades de elaboración de normas, vigilancia, inspección, supervisión del mercado y más poderes de ejecución”.
Las directrices amplían la definición de valor para incluir “productos de valores tokenizados” u otros productos financieros que utilicen blockchain o tecnología de libro mayor distribuido (DLT).
Otros productos financieros, incluidos los productos y servicios financieros digitales relacionados con aquellos a los que se accede y se prestan a través de canales digitales junto con sus proveedores, también entrarán en el ámbito de competencias de la SEC.
También se amplía la capacidad de hacer cumplir la normativa sobre valores. La SEC podría restringir a los proveedores de servicios el cobro de intereses, comisiones o gastos excesivos.
El regulador también tendrá potestad para inhabilitar o suspender a directores, ejecutivos o cualquier otro empleado que infrinja las leyes. También podría suspender toda la actividad de una empresa.
Las leyes locales le permiten a la SEC crear sus propias normas para aplicar la legislación en su jurisdicción, y el banco central de Filipinas y el regulador de seguros del país también pueden crear normas para complementar las leyes relacionadas.
El último desarrollo marca una continuación de la fuerte represión del regulador contra las criptomonedas.
A finales de diciembre de 2022, la SEC aconsejó al público no usar los exchanges no registrados que operan en el país, alegando que varios exchanges estaban “permitiendo ilegalmente” a los filipinos acceder a sus plataformas.
En agosto de 2022, el banco central filipino dijo que se tomaba un descanso de tres años en la aceptación de nuevas solicitudes de proveedores de servicios de activos virtuales, y se esperaba que el proceso se reabriera el 1 de septiembre de 2025.
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