Los precios del mercado cripto reflejan el sentimiento de incertidumbre actual en la industria, según el exchange Buda
En una conversación sostenida con Cointelegraph, Alejandro Beltrán el Country Manager de Buda (Colombia), compartió con este medio su opinión acerca del mercado criptográfico, cómo la crisis sostenida de este 2022 ha afectado los precios de las criptomonedas y qué se espera para este 2023.
En 2022, los acontecimientos de Terra, FTX y Celsius golpearon el mercado Criptográfico, y en este espectro se ha llegado a considerar que, si llega a ocurrir otro evento así, bitcoin y el mercado podría desplomarse aún más. En contraposición, hay otra corriente de especialistas que opinan que, por el contrario, el mercado actual es la base de la construcción de un mercado más estable y competitivo.
Alejandro Beltrán, al respecto indicó que: “Este escenario no es nuevo para la industria y no es una coyuntura propia del mercado cripto; la industria financiera y el sector tecnológico han vivido anteriormente ciclos bajistas debido a la especulación y malas prácticas. Esto se ve reflejado en instrumentos financieros de riesgo, como las acciones, las divisas y los derivados, en el que los eventos de corto plazo influyen positiva o negativamente al mercado. El precio de bitcoin y de las criptomonedas, en general, reflejan el sentimiento de incertidumbre que se vive en la industria actualmente; no obstante, los cimientos fundamentales de Bitcoin siguen intactos”.
De igual forma indicó que hay anuncios importantes para tomar en cuenta, como por ejemplo el de BlackRock, (uno de los fondos de inversiones más grande del mundo), que han manifestado tener “mayor exposición de sus portafolios a bitcoin y las regulaciones próximas que se vienen en varios países, incluidos Colombia y Chile. Esto generará un marco de mejores prácticas y mayor supervisión que permita que se amplíe el espectro de nuevos usuarios”.
Consideró además que el “efecto sistémico de FTX puede producir próximas caídas en actores de la industria que creemos que el mercado ya las ha descontado del valor actual”.
Lo que hay que tener en cuenta
En sus apreciaciones sobre el mercado indicó que, “Si bien desde el punto de vista de la inversión a corto plazo, resulta de alto riesgo, se ha demostrado que bitcoin, como tecnología de ahorro, genera valor, y que su uso como medio de pago en el comercio electrónico se incrementó en un 63% entre el año 2021 y 2022, por lo que fundamentalmente sus proyecciones siguen siendo positivas”.
En este contexto, existen otras opciones diferentes a bitcoin, como Ethereum. Para Ethereum se espera un gran circulante de monedas en marzo, y puede que exista la posibilidad de afectar el mercado, al respecto puntualizó que “Desde la comunidad de desarrolladores de Ethereum lo han visto como un cambio positivo que permitirá potencializar el uso de la red en la industria financiera y en la evolución de la Web3. No hay razón fundamental que nos permita evidenciar que un desbloqueo de estos ethereum esté asociado de forma directa a una venta masiva que afecte el precio ni impacte a bitcoin en el mediano y largo plazo; es probable que una caída del precio obedezca a motivos más de infraestructura y adopción que de oferta circulante, ya que, a diferencia de bitcoin, la emisión de ethereum es infinita”.
El camino que falta por recorrer y las monedas estables
Al hablar de criptoactivos, lo primero que se viene a la mente de las personas son bitcoin y ethereum, ambas monedas dependen del mercado, es decir oferta y demanda, sin embargo; los datos recientemente anunciados en Cointelegraph han demostrado que existe un porcentaje muy alto para captar por parte del ecosistema en Latinoamérica.
En este sentido, las monedas estables pueden ser una opción, evitan la “volatilidad” del mercado y en definitiva pareciera ser de más fácil adopción por parte de los usuarios. Al respecto, Alejandro indicó que: “Si bien es la esencia de una stablecoin, no todas solucionan este problema y el subyacente que la respalda también es susceptible de exponerse a riesgos de mercado, incertidumbre económica e inestabilidad política, elementos fundamentales que resuelve bitcoin en el largo plazo en el dinero como reserva de valor y exceptuado de las peligrosas decisiones institucionales en el marco económico global”.
Sin embargo, al inicio de esta conversación hicimos referencia al tema Terra, y en definitiva [UST] era una moneda estable, entonces es prudente indicar que tanto las monedas estables como las monedas de libre mercado (entendiéndose al token que no está anclado a un activo de valor subyacente como el dólar), son susceptibles de una volatilidad expectante.
Al respecto dijo que: “Ya en el ámbito cripto, la comunidad ha presenciado caídas de stablecoins como [la de] Terra, cuyo respaldo fue cuestionado insistentemente y culminó en su extinción, afectando a miles de usuarios e inversionistas de este ecosistema en todo el mundo. Por esto, es muy importante aclarar que la lógica de una stablecoin no sólo está en replicar el precio de un activo subyacente, como por ejemplo una divisa, que también tiene un riesgo de mercado implícito con respecto al cambio en otras monedas; sino que también es garantizar que los fondos y activos que respaldan los tokens estén plenamente identificados y auditados públicamente, ya sea por mecanismos tecnológicos o por mecanismos tradicionales, como a través de una empresa auditora”.
Continuó expresando que: “Ahora bien, desde Buda.com identificamos que stablecoins como USDC cuentan con las características más confiables para exponerse al dólar estadounidense, cuya relación de estabilidad y hegemonía monetaria permite que cualquier ciudadano de un país no dolarizado cuente fácilmente con una alternativa auditada de ahorro e inversión que no da el sistema financiero tradicional, como es el caso del colombiano en la que no existen las cuentas de ahorro en divisas, cuyas condiciones excluyen a una gran parte de la población y cuya portabilidad y acceso como medio de pago es extremadamente limitada. Con USDC tienes la capacidad de ahorrar, gastar y gestionar tus obligaciones en cualquier lugar del mundo que esté conectado a internet”.
Ante todo esto, considera que uno de los caminos que se deben seguir para que la industria criptográfica siga creciendo de manera sostenida es la amalgama entre la regulación y la neutralidad del espíritu de esta nueva tecnología.
Comentó además que resulta de suma importancia que las comunidades participen de forma activa y articulada con las instituciones de supervisión y control. Además, considera de vital importancia que las empresas criptográficas gestionen “líneas de prevención de delitos, ciberseguridad y seguridad informática; y de protección y derechos del consumidor, ya sea atendiendo regulaciones vigentes en el país o empleando de forma voluntaria y autorregulada buenas prácticas”.
Fue autocritico además al indicar que tanto la industria criptográfica y la industria financiera tradicional son los que deben “promover y abrir espacios de educación y salud financiera que no se limiten al espectro profesional, sino que cubran a la población de educación básica, secundaria y superior, en todos los campos”.
A pesar de ello, considera que el Estado también juega un papel importante, que también debe promover estos espacios, logrando que se intensifiquen los esfuerzos para que realmente exista una “alfabetización digital”, en el que el uso de las nuevas tecnologías y del internet no se conviertan en un peligro para los usuarios por desconocimiento.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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