FTX fue un “fracaso absoluto de los controles corporativos a todos los niveles de una organización”, dice el CEO
John Ray, que asumió el cargo de CEO del exchange FTX en medio de un procedimiento de quiebra, ha redactado un testimonio detallado para preparar su comparecencia ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
En el testimonio facilitado para la vista “Investigación del colapso de FTX, Parte I”, celebrada el 13 de diciembre, Ray reiteró muchas de las afirmaciones hechas en el tribunal de quiebras, afirmando que el colapso de la quiebra se debió en parte a “la concentración absoluta del control en manos de un grupo muy pequeño de individuos sumamente inexpertos y poco sofisticados”. Ray, que supervisó la liquidación de la empresa energética Enron a principios de la década de 2000, añadió que los dirigentes de FTX “no habían implantado prácticamente ninguno de los sistemas o controles” necesarios para proteger los activos de los consumidores.
“Nunca en mi carrera había visto un fracaso tan absoluto de los controles corporativos en todos los niveles de una organización, desde la falta de estados financieros hasta el fracaso total de cualquier control interno o gobernanza”, dijo Ray.
El CEO de FTX también rebatió las afirmaciones de su predecesor Sam Bankman-Fried, cuya comparecencia está prevista prácticamente en la misma audiencia. Bankman-Fried ha afirmado en numerosas entrevistas tras la declaración de quiebra de FTX US -la plataforma de derivados dependiente de FTX Group- era probablemente solvente y capaz de compensar a los usuarios en determinadas circunstancias.
Sin embargo, según la declaración escrita de Ray, “FTX US no funcionaba de forma independiente de FTX.com” y era necesaria la presentación del Capitulo 11 para evitar una quiebra bancaria:
“Desde el momento de la presentación, estoy aún más seguro de que esta fue la decisión correcta, a medida que se aclaran los problemas de libros y registros en FTX.US y las numerosas relaciones entre FTX US y las demás empresas de FTX Group”.
El CEO de FTX dijo el 16 de noviembre que Bankman-Fried “no tiene ningún papel en curso” en la empresa o sus filiales, y “no habla en su nombre.” Sam Bankman-Fried ha seguido concediendo entrevistas en las que detalla su papel en los acontecimientos que condujeron a la caída del exchange como parte de una “gira de disculpas”.
El desglose de Ray de los acontecimientos que condujeron a la declaración de quiebra incluyó activos de clientes de FTX “mezclados” con activos de Alameda Research, el fondo de cobertura utilizando dichos activos para operaciones de margen, y exponiéndolos a “pérdidas masivas”. Además, FTX Group se dio un “atracón de gastos” entre 2021 y 2022, adquiriendo empresas y realizando inversiones por un valor aproximado de USD 5,000 millones.
La de la Cámara de Representantes será la segunda audiencia sobre la quiebra de FTX, tras la celebrada el 1 de diciembre en la Comisión de Agricultura del Senado, en la que el presidente de la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos, Rostin Behnam, fue el único testigo. La Comisión de Banca del Senado también ha programado una audiencia para el 14 de diciembre, en la que comparecerán como testigos la estrella de Hollywood, Ben McKenzie, el inversor Kevin O’Leary, la profesora de Derecho, Hilary Allen y Jennifer Schulp, directora de estudios de regulación financiera del Centro de Alternativas Monetarias y Financieras del Instituto Cato.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
Sigue leyendo:
Las inversiones en criptoactivos no están reguladas. Es posible que no sean apropiados para inversores minoristas y que se pierda el monto total invertido. Los servicios o productos ofrecidos no están dirigidos ni son accesibles a inversores en España.
