¿Se acerca un nuevo colapso del precio de Bitcoin?
La pregunta millonaria: ¿Llegamos al piso o se acerca una nueva caída? Adivinar el mínimo del precio de Bitcoin durante un largo periodo bajista es el deporte favorito de los más codiciosos, porque el afortunado con la clarividencia necesaria para identificar ese preciso momento podrá sacarle mayor provecho a la recuperación. ¿Hemos llegado a dicho momento? ¿O se acerca otro colapso del precio?
Antes de sacar cualquier conjetura al respecto, debemos tomar en cuenta que el establecimiento de un mínimo es un evento excepcional. O sea, caídas hay muchas, pero el piso es solo uno. Lo que quiere decir que los falsos llamados del mínimo son bastante comunes. He ahí el error de muchos. Durante un periodo de pesimismo, la ilusión de comprar al mejor precio posible se convierte en el Santo Grial. Entonces, a la manera de Pedro y el lobo, frecuentes anuncios del mínimo se vuelven una mala costumbre durante un periodo de desesperación. Ojo con eso.
“Comprar la caída” es el grito de guerra de los alcistas. Sin embargo, esta estrategia no es la mejor en el momento equivocado. La práctica tiende a funcionar muy bien al principio de una tendencia alcista. Porque las caídas, durante un periodo alcista, son reveses pasajeros. Entonces, “comprar la caída” en ese momento se convierte en el aprovechamiento de un descuento.
Muy distinto es “comprar la caída” al principio de un periodo bajista. De hecho, no hay peor momento de comprar que cerca del máximo histórico y al comienzo de la debacle. En este caso, “comprar la caída” es comprar “caro”. Porque esas primeras caídas marcan el inicio de una tendencia bajista. Durante un periodo bajista, es mejor comprar tarde que temprano.
Bukele, el presidente de El Salvador, cometió este error con bombos y platillos. De hecho, se ha convertido en el gran ejemplo de lo que no se debe hacer. En primer lugar, llegó muy tarde durante el ciclo alcista con el entusiasmo de un novato. Llegó tarde y compró “caro”. Lo hizo, con dinero público, y endeudado hasta el cuello. Hoy se encuentra en rojo. ¿Cómo celebraba cada compra? En Twitter, celebraba su gracia a todo pulmón. Pero, con cada compra, el precio seguía bajando y bajando.
Lo que nos lleva al tema de las pérdidas no realizadas en el caso de alguien que invierte a largo plazo. Las personas que compraron muy cerca del máximo, en plena euforia, con frecuencia, justifican el comprar a sobreprecio hablando de la inversión a largo plazo. Esa es una técnica propagandística implementada, durante un periodo bajista, para desdramatizar las caídas. ¿Qué va a decir Bukele? ¿”Cometí un error”? ¿Qué va a decir Michael Saylor? ¿”Errores fueron cometidos”? Lo dudo. Es mucho más fácil morderse el labio y fingir que todo va acorde al plan. Y es cierto. El tiempo, tarde o temprano, sanará todas las heridas. Pero esa no es una excusa para comprar de manera imprudente.
Bitcoin no es un activo productivo. Bitcoin es un código en una base de datos. No genera flujo de caja (como los bienes inmuebles) ni dividendos (como las acciones). Y Bitcoin tampoco se puede utilizar productivamente (como las materias primas). Este código simplemente representa una tasa. No hay un activo subyacente que podamos valorar de manera independiente. En el caso de un activo productivo, esta distinción sí es posible. Pero, en el caso de un código, no lo es.
Cuando un Warren Buffet nos dice que ha comprado una granja con una visión a largo plazo y expresa su indiferencia a su precio de mercado a corto plazo, en realidad, nos está sugiriendo que ha comprado ese activo a buen precio y espera recuperar la inversión en el tiempo con los ingresos de la propia granja. En este caso, precio y valor no son necesariamente lo mismo.
Bitcoin no es una granja, por supuesto. En el caso de un código con valor monetario, su precio es su valor. La valoración de mercado de Bitcoin se basa únicamente en la especulación. O, dicho de otro modo, las ganancias o las pérdidas dependen de los vaivenes de su precio. En este contexto, las pérdidas no realizadas, nos guste o no, también son pérdidas. Por un lado, nos recuerdan que hemos comprado a sobreprecio. Y, por el otro, la recuperación toma tiempo. Lo que significa una pérdida de oportunidades. Después de todo, allá afuera, hay activos que no han perdido tanto valor durante el mismo lapso.
Ahora bien, no es lo mismo perder dinero que perder oportunidades. El que no compra no gana, pero tampoco arriesga. En otras palabras, no hay que comprar por comprar. Comprar no hay que tomarse a la ligera. Si el precio ha caído mucho en relación a su máximo histórico, eso no necesariamente implica que el piso está cerca. O sea, no es un asunto de trazar líneas en una gráfica. Y tampoco es un asunto de crearse expectativas basadas en glorias pasadas. El piso no se establece por un mandato del destino. No es el pasado el que define el piso. Es el futuro.
El inversor compra hoy para ganar mañana. Entonces, lo relevante no es el precio de ayer. Lo relevante es el precio de mañana. Y el precio de mañana sube con una demanda superior a la de hoy.
Sé lo suficiente para saber que las predicciones son una trampa. En estos casos, el lector seguramente esperará una respuesta precisa y definitiva. “Sí, este es el piso”. “No, este no es el piso y viene una nueva caída”. Pero yo no me voy a lanzar por ese río. ¿Por qué? Porque predecir un piso es sumamente difícil. En retrospectiva, es muy fácil identificar un mínimo. Pero, en el momento del evento, no es una empresa sencilla.
Claro que todo inversor requiere de cierta orientación para no comprar a ciegas. Y, para lograr esto, es necesario formular mejores preguntas. “¿Caída o piso?” No lo sé. Pero podemos contestar otras preguntas. Por ejemplo: ¿Cuándo comprar? ¿Y por qué comprar? El inversor debe comprar ante un pronóstico optimista. Eso significa que vemos indicios que nos permiten anticipar un aumento de la demanda.
¿La demanda aumentará de aquí a fin de año? ¿La demanda aumentará durante los primeros meses del próximo año? ¿Por qué? Si tenemos información que nos llevan a pensar que los compradores vienen en camino, podemos comenzar a hablar de una recuperación. Un piso marca un viraje significativo de las expectativas debido a la anticipación temprana de un cambio radical de las condiciones en el futuro. ¿Podemos ver ese cambio ahora?
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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