Tokenización de activos reales: ¿cómo desmitificarla y aplicarla en los negocios de forma segura?
Más que una tendencia en el mercado financiero, la tokenización de activos reales es el resultado de la madurez actual del ecosistema de innovación y el desarrollo de las tecnologías más avanzadas. La base de este concepto se basa en una serie de factores, como una mentalidad de mercado centrada en la colaboración, la descentralización de la información y la eliminación de intermediarios de forma segura y transparente.
Pero, ¿qué es exactamente un token? En la práctica, no es más que una versión digital de un activo real. Un ejemplo cotidiano es el acceso a cuentas bancarias. Itaú, por ejemplo, tenía una tarjeta con numerosas contraseñas; al acceder a la página del banco, solicitaba la contraseña correspondiente a un número específico. Esa tarjeta era física. Luego, migraron al iToken, una versión digital de la tarjeta física, en la que se generaban contraseñas según un protocolo y el número de serie del dispositivo vinculado al CPF de la persona.
Pero esta dinámica puede ir mucho más allá. Hoy, cualquier cosa puede ser tokenizada, en teoría. Cualquier activo puede tener su versión digital. La pregunta es cómo se hará y con qué propósito. Hay empresas que se especializan en tokenizar personas, en las que se pueden canjear una cantidad de tokens por horas de entrevista y/o conversación. Este tipo se denomina token de utilidad y solo es válido dentro de la plataforma en la que se creó. Además, según el activo a tokenizar, puede estar sujeto a las normas de los organismos reguladores. Este es un punto relevante, ya que es importante prestar atención no solo al proceso de tokenización, sino también al entorno en el que se insertará.
El año 2022 está siendo marcado por una cantidad importante de empresas que se autodenominan tokenizadores. Empresas que dicen ser expertas en transformar su activo real en una versión digital, pero muchas veces pueden no tener validez legal. Cualquiera puede unirse a una cadena principal, crear un token y venderlo reclamando una participación accionaria, por ejemplo. Lo que da soporte legal es la documentación realizada antes de la emisión del token, otorgando así los derechos correspondientes.
Una pregunta común en este universo es sobre la seguridad. ¿Qué diferencia a un token de un token de seguridad? Si bien los tokens son versiones digitales de activos reales, la seguridad proviene de activos titulizados. Recordando que los bienes son bienes y derechos. Así, podemos promover la titulización para que puedan venderse en el mercado con prima o descuento, proporcionando una rentabilidad al comprador.
Sin embargo, estos tokens no siempre son gratuitos para operar en ninguna plataforma. Cuando se trabaja con activos titulizados, necesitamos saber quiénes son los titulares para garantizar los derechos correspondientes en el proceso de tokenización. Hay tokenizadores que usan la cadena principal para tokens de seguridad, pero estos activos pueden perderse y/o quemarse (enviarse a las billeteras equivocadas), lo que puede crear un problema legal para la empresa y el tokenizador. Siempre es importante verificar no solo la empresa que llevará a cabo el proceso legal y de gobierno de la tokenización, sino también definir bien el entorno en el que se comercializará su token de seguridad.
Necesitamos entender que cada activo tiene reglas específicas y puede estar regido por diferentes organismos reguladores. Vemos empresas que se especializan en la tokenización de todos los activos, desde automóviles hasta acciones, y realmente creemos que tienen el aparato legal y de gobierno para que este token de seguridad tenga validez legal. Sin embargo, ¿deberían negociarse en el mismo entorno dos activos tan diferentes y con distintas necesidades? No creemos en eso y apostamos por nuestra experiencia en nichos de mercado para poder ofrecer el mejor conjunto de herramientas financieras.
De todos modos, las posibilidades son muchas. Incluso hay equipos de fútbol que están aprovechando la participación de la multitud para vender tokens que garantizan la participación en la rentabilidad futura de los jugadores, o incluso comercializar los tokens de sus fanáticos, generando una nueva fuente de ingresos para los clubes. Lo más importante es estar siempre pendiente de la credibilidad de las empresas elegidas y de la capacidad de ofrecer soluciones realmente acordes a sus necesidades y demandas.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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