Regulación furtiva: ¿Es una norma propuesta por la SEC que no menciona las criptomonedas una amenaza para DeFi?
El 26 de enero, la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos propuso enmiendas a la Regla 3b-16 bajo la Ley de Intercambio que no menciona los activos digitales o las finanzas descentralizadas, lo que podría afectar negativamente a las plataformas que facilitan las transacciones de criptomonedas. Algunos defensores de las criptomonedas -incluida la comisionada de la SEC, Hester Peirce- creen que la definición ampliada de exchange de la comisión podría empujar a toda una clase de entidades de criptomonedas bajo la jurisdicción del regulador, sometiéndolas a cargas adicionales de registro e información. ¿Qué tan real es la amenaza?
El cambio propuesto
Las modificaciones propuestas por el regulador amplían drásticamente la definición de lo que es un exchange, al tiempo que eliminan la exención para los sistemas que se limitan a poner en contacto a compradores y vendedores de valores sin ofrecer facilidades para la ejecución de órdenes, que actualmente no están obligados a registrarse como Sistema Alternativo de Negociación, una clase de plataforma de negociación dentro del ámbito de la SEC. Además, la norma propuesta incluye los “sistemas de protocolos de comunicación” en el ámbito del término “exchange”.
Lo que significa en la práctica es que la SEC está reclamando un territorio de regulación sobre una amplia gama de plataformas que antes operaban fuera de su jurisdicción. Un punto especialmente preocupante es que los protocolos financieros descentralizados bien podrían encajar en la definición de sistemas de protocolos de comunicación que ponen en contacto a “compradores y vendedores de valores utilizando el interés comercial”. La comisión, como es bien sabido a estas alturas, es partidaria de caracterizar la mayoría de los activos digitales como valores.
En una declaración que siguió a la publicación de las modificaciones propuestas, el presidente de la SEC, Gary Gensler, destacó específicamente su apoyo al “elemento de esta propuesta que moderniza las normas relacionadas con la definición de un exchange para abarcar las plataformas de todo tipo de activos que reúnen a compradores y vendedores”.
La justificación de la agencia para introducir las modificaciones es que la definición de “exchange” debe actualizarse a la luz de los recientes avances tecnológicos, sobre todo la digitalización de los mercados de valores. La propuesta afirma que la nueva definición debe ser “lo suficientemente flexible para adaptarse a la evolución de la tecnología”.
La SEC también quiere garantizar que los nuevos actores digitales que permanezcan sin regular no disfruten de una ventaja competitiva injusta frente a los exchanges establecidos que soportan la carga del cumplimiento.
¿Qué significa esto para las criptomonedas?
La comisionada de la SEC, Hester Peirce, que está a favor de las criptomonedas, fue una de las primeras líderes de opinión en dar la alarma sobre la propuesta. Ofreció una declaración discrepante en la que calificó el documento de “demasiado amplio”. En sus comentarios posteriores, expresó su preocupación por el hecho de que, dado el reciente afán del regulador de valores por regular todo lo relacionado con las criptomonedas, las enmiendas podrían alcanzar a los protocolos de DeFi.
Si se aprueban las nuevas normas y los sistemas DeFi acaban siendo tratados como exchange, se plantearían una serie de preguntas difíciles, como por ejemplo si es posible que los protocolos descentralizados cumplan con ellas.
Patrick Daugherty, socio del bufete de abogados Foley and Lardner y líder de su grupo de trabajo de blockchain, califica la iniciativa de la SEC como una “propuesta de reglamentación sigilosa”, coincidiendo con el comisario Peirce en su potencial para ser utilizada en la orientación de los actores de la industria de las criptomonedas. Daugherty comentó a Cointelegraph:
Es una propuesta ‘sigilosa’ porque las palabras ‘cripto’ y ‘digital’ no aparecen en el comunicado de 654 páginas de la SEC, pero la SEC está apuntando claramente a los sistemas (tanto centralizados como descentralizados) cuyos protocolos agregan indicaciones de interés para la compra y venta de criptoactivos, que su presidente y su División de Ejecución (no necesariamente jueces o jurados federales) están ansiosos por clasificar como intercambios de ‘valores’.
Daugherty añadió además que, como alternativa al registro como exchange, un sistema de protocolo de comunicación podría teóricamente registrarse como un Sistema de Negociación Alternativo “ligeramente menos regulado” y también registrarse como agente de bolsa. Recordando su propia experiencia como facilitador de dicho registro para una plataforma de activos digitales, Daugherty dijo que es “menos arduo que el registro completo como “exchange”, pero no deja de ser laborioso y conlleva cargas de cumplimiento y gastos continuos”.
Como aspecto positivo, lo que la normativa propuesta no cubre es la mera expresión o la mera emisión de valores. Las entidades que sólo emiten valores o actúan como conductos de información, como los desarrolladores de software que permiten mostrar los precios, no entrarán en la definición ampliada de exchange.
Periodo corto de comentarios: ¿Apuntando específicamente a las criptomonedas?
La modificación de la norma, al menos formalmente, no es una cuestión de rutina: El documento publicado pide comentarios públicos sobre las modificaciones propuestas. Sin embargo, lo que inquieta a la mayoría de los defensores de las criptomonedas es el período de comentarios atrozmente corto, que Daugherty calificó de “precipitación indebida”. Treinta días no son suficientes para formular una respuesta meditada a una propuesta de gran alcance y 654 páginas. Algunos observadores se apresuraron a atribuir las prisas procesales a la voluntad de la SEC de incluir el espacio de los activos digitales en su ámbito de actuación lo antes posible.
Aunque puede ser un frío consuelo para la gente de las criptomonedas, la estrategia de la comisión de acortar el periodo de comentarios públicos no es exclusiva de los cambios de normas relacionados con los activos digitales. Un estudio reciente del Instituto Cato, un centro de estudios libertario, descubrió que la SEC de Gensler designa sistemáticamente períodos de comentarios más cortos que los 60 días estándar. Además, estos periodos coinciden con los principales días festivos en la mayoría de las ocasiones. Esta tendencia contrasta con el modus operandi de la agencia bajo el anterior presidente, Jay Clayton.
Independientemente de si el regulador está buscando intencionadamente limitar la capacidad de la industria para opinar sobre el asunto, es seguro que la controvertida propuesta recibirá un importante rechazo por parte de las partes interesadas y los defensores de las criptomonedas.