¿Por qué JP Morgan se “rinde” ante Bitcoin?
Dice la leyenda que Bitcoin viene a destruir a los bancos. ¡Por fin! Los bancos han sido los malos de la película desde el Renacimiento. El usurero es un personaje común en más de una historia. El tiburón de los préstamos que cobra su dinero sin piedad. El banquero que solo busca la ganancia y carece de toda humanidad. Bitcoin ha llegado para salvarnos de la tiranía de los bancos. Bitcoin es Mary Poppins y ya podemos decir: “Supercalifragilisticexpialidocious”. Por otro lado, los bancos están vendiendo fondos de criptomonedas, ofreciendo servicios de custodia y aportando financiamiento de las criptoempresas. ¿Cómo se come esto?
Lo extraño de todo esto es que Bitcoin es simplemente un código y un banco es un negocio. Bueno, Bitcoin es un código que financieramente hablando en realidad es un activo. Los bancos son organizaciones que hacen dinero ofreciendo servicios financieros. Los bancos invierten en una gama muy amplia de activos como bonos, bienes raíces, metales, mercancías, acciones, y negocios. ¿Por qué no agregar criptomonedas al menú?
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Jamie Dimon, el CEO de JP Morgan es conocido por hablar primero y pensar después. Es su particularidad. Le preguntan algo en una entrevista y dice lo primero que se le viene a la cabeza. Por otro lado, es la cara visible de uno de los bancos más importantes del mundo. Lo que implica que debe ser lo más conservador posible. Debemos recordar que los reguladores están muy pendientes de lo que sucede con los bancos. Claro que esta descripción no es suficiente para esta compleja posmodernidad. Se supone que los banqueros son títeres de los illuminati o los reptilianos. Por ende, todo es parte de un plan maestro de manipulación global. Me refiero a la gran conspiración contra el pueblo. Nada es lo que parece. Y el engaño está perfectamente orquestado.
Hoy en día, si uno no cree en una conspiración con una fe impoluta, uno es un tonto incauto o parte de la conspiración. Ahora bien, también existe la posibilidad de que los bancos están comenzando a ver la oportunidad de hacer dinero con Bitcoin. En el pasado, las cosas no estaban tan claras, porque había mucha incertidumbre. Pero ahora que Goldman Sachs y Morgan Stanley se subieron al barco, los demás bancos están siendo la presión. Se suben o se los lleva el río.
Señoras y señoras, los bancos están en todo. Los bancos están trabajando con los principales exchanges de criptomonedas. Los bancos están financiando a las criptoempresas más conocidas. Los bancos financian a las ballenas. Y los bancos están comenzando a vender fondos de criptomonedas. No estamos ante un taxista de la vieja guardia criticando a Uber. No se trata de un hotel quejándose de Airbnb o una librería hablando pestes de Amazon. Lo que tenemos es una nueva categoría de activo ganando gradualmente su espacio en el mundo de las finanzas.
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JP Morgan no es ningún dinosaurio. De hecho, JP Morgan tiene más desarrolladores que cualquier Big Tech de Silicon Valley. Bien sabemos que los bancos hacen dinero de muchas formas. ¿Se están quedando atrás en la era digital? Claro que no. La revolución fintech no excluye a los bancos. La revolución fintech incluye a Bitcoin, las demás criptomonedas, los bancos, los nobancos, los neobancos, y las big tech. Lo que estamos viviendo es una digitalización masiva del comercio y el dinero en todos los sentidos. Sería muy insensato pretender que Bitcoin está destruyendo todo a su paso para imponerse con el rey absoluto en el futuro cercano. Esa idea no se corresponde con la realidad.
Los banqueros cambian de opinión, si ese cambio significa más dinero para su negocio. Así de sencillo. Si algo es lucrativo, ese algo se convierte en un artículo de interés. Si hay pasta por hacer en Bitcoin, los banqueros estarán ahí. De hecho, los banqueros ya están aquí. Es más, la reciente subida del precio está directamente relacionado a que los banqueros han llegado para quedarse. Claro que eso ha significado un shock cultural para una comunidad repleta de libertarios, anarquistas y disidentes antisistema. No obstante, me temo que el dinero una vez más le está ganando la partida a la ideología. O sea, nadie se pondría a llorar con un Bitcoin superando máximos históricos.
Ahora una última reflexión sobre los intermediarios: En el mundo real, la propiedad es una validación estatal. Lo que implica que mi casa es mi casa, porque hay un documento gubernamental que así lo afirma. Supongamos que decidimos colocar en alquiler una propiedad por una renta. Le damos nuestras llaves a nuestro inquilino y esperamos recibir esa renta mensualmente. No estamos ocupando ese espacio y no tenemos la llave de la propiedad. Pero somos los propietarios. ¿Por qué? Porque tenemos el documento de propiedad. En una corte de ley, eso cuenta. Ah, pero, ¿qué ocurre si somos anarquistas? ¿Qué ocurre si no confiamos en el gobierno? En ese caso, debemos proteger nuestra propiedad nosotros mismos. Nos vamos a las armas y no le damos la llave a nadie.
La frase – “no eres dueño de tu dinero, si no tienes tu llave privada”- es ciertamente bastante extraña. Mucha gente tiene la llave de mi negocio, pero el dueño soy yo. Si alguien me roba, no dudo en ir a las autoridades. ¿Acaso todos los que invertiremos en Bitcoin somos anarquistas? Por ejemplo. Yo uso exchanges de criptomonedas todo el tiempo y uso distintas carteras. ¿Por qué? Porque disfruto de sus servicios. En lo personal, pienso que es muy fácil hablar de radicalismos anarquistas en las redes sociales. Pero es mucho más difícil hacerlo en la práctica. En la práctica, todo préstamo que hago es mi activo. Si tengo el 25% en un negocio, puedo o no ser el gerente, pero sigo siendo el dueño del 25%. En el mundo real, hay acuerdos de distintos tipos. Hay asociaciones de distinta índole. En muchos casos, debemos confiar en un tercero con nuestra propiedad por un asunto de conveniencia. ¿A la hora de un problema? Vamos a las cortes.
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Hace unos días, explicaba un personaje en Twitter, que mis 100$ en Binance están en grave peligro porque no soy “dueño” de ese dinero. ¿No soy dueño de mi dinero? Exactamente. ¿Por qué? Bueno, porque debo tener mi llave privada. Según él, debo renunciar a todos los servicios que Binance me ofrece por el asunto de la llave y guardar mi dinero debajo del colchón.
Me pregunto: ¿Para qué necesito mi dinero? En mi caso, para pagar mis gastos. (comida, vivienda, transporte, salud, entretenimiento, servicios, etc.) Y resulta ser que Binance me permite transferir mi dinero en cualquier momento. La prueba es que estoy bastante gordito por estar comiendo tanto. En otras palabras, soy un cliente satisfecho. Me gustan mis exchanges. Y me gustan mis bancos, porque me ofrecen los servicios que necesito. Tanta ideología a veces cansa. Me refiero a los teóricos de la anarquía con todos sus reglas y limitaciones. Yo prefiero el pragmatismo. Si me funciona, funciona. Así de sencillo. El que quiera tener su dinero debajo del colchón que lo tenga. Pero dejen a los demás en paz.