El Congreso teme que las criptomonedas se utilicen para financiar el terrorismo doméstico y la recientemente ocurrida insurrección del Capitolio
Un subcomité del Congreso de Estados Unidos está investigando si los extremistas nacionales están recurriendo a las criptomonedas como fuente de fondos para sus actividades.
El 25 de febrero, el Subcomité de Seguridad Nacional, Desarrollo Internacional y Política Monetaria celebrará una audiencia titulada “Dólares contra la democracia: Financiación del terrorismo interno tras la insurrección”. Un memorando del comité antes de la audiencia afirma que “a medida que aumenta el escrutinio por parte de los bancos tradicionales y las plataformas de pago, los extremistas están recurriendo a las criptomonedas”.
El memorando agrupa las criptomonedas con otras posibles vías de financiación de actividades ilícitas, como el crowdfunding, las organizaciones benéficas y las plataformas de redes sociales. Se utilizan dos incidentes principales para sugerir que las criptomonedas pueden haber ayudado a financiar la insurrección del Capitolio.
En concreto, el 8 de diciembre un extremista francés que se suicidó envió 28.15 BTC (valorado en $522,000 en el momento de la transferencia) a 22 direcciones, muchas de las cuales pertenecían a conocidos activistas de extrema derecha y personalidades de Internet.
Más de $250,000 del BTC que envió fueron a parar al activista Nick Fuentes, al que se identificó como presente en el Capitolio durante la insurrección, aunque él niega expresamente haber entrado en el edificio.
La otra fuente citada por el memorando fue un vídeo en directo de la protesta del Capitolio en la plataforma de streaming de vídeo Dlive en el que el streamer recibió aproximadamente $222 en propinas en criptomonedas. Según el documento, la plataforma ha pagado “cientos de miles de dólares a extremistas desde su fundación.” La plataforma fue adquirida por el servicio de intercambio de archivos peer-to-peer BitTorrent, que a su vez es propiedad de la Fundación Tron.
Sin embargo, el memorándum admite que los dos incidentes son pruebas circunstanciales y que “se desconoce si los fondos de estas transferencias de Bitcoin u otras se utilizaron en la planificación y ejecución del mitin de Trump del 6 de enero o en la insurrección del Capitolio que siguió.”
La comisión cree que, a medida que las finanzas tradicionales aumentan la notificación de actividades sospechosas, es probable que los futuros insurrectos recurran a métodos no tradicionales para financiar sus actividades. Añadió que “algunas de las detenciones relacionadas con el atentado del 6 de enero” tuvieron éxito gracias a los métodos de información que emplean los bancos y otros institutos financieros regulados.
La idea de que “la criptomoneda es un refugio para los delincuentes” sigue teniendo una gran repercusión.
El influencer de Bitcoin Pierre Rochard respondió en Twitter al comunicado diciendo que “casi todo el terrorismo doméstico ocurrió antes de que se inventara Bitcoin. El terrorismo doméstico se financia con dólares”.
El inversor en criptomonedas que se hace llamar “The Crypto Monk” dijo que incluso las tarjetas Pokemon serían mejores para pago que Bitcoin debido a la capacidad de la criptomoneda para rastrear los fondos.
Preferiría literalmente aceptar tarjetas Pokemon que un libro mayor distribuido.
— The Crypto Monk ⛩️ (@thecryptomonk) 23 de febrero de 2021
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