¿Quién realmente controla Bitcoin?
El nacimiento de Bitcoin trajo a la realidad la larga promesa de un dinero descentralizado. Un dinero donde ninguna entidad central tuviera el control o manipulara a su antojo el sistema para su propio beneficio. Era el nacimiento de un nuevo tipo de dinero que nos liberaba de las cadenas de control que el dinero puede imponer fuertemente en la sociedad. Y hasta cierto punto, todo eso es cierto, Bitcoin es libertad financiera.
Sin embargo, el ecosistema ha cambiado mucho desde sus inicios. Al principio, unos pocos formaban parte del mismo y, en ese entonces, el espíritu rebelde imperaba en la comunidad. Pero ahora, la realidad es muy distinta. Ahora hay grandes empresas que hacen vida en el ecosistema con sus intereses económicos haciendo peso. Además están las ballenas, los mineros, los exchanges, los desarrolladores y empresas económicas y financieras de muchos tipos. E incluso, la misma comunidad busca hacer contrapeso y traer la balanza a su favor.
Es por ello que en este punto es muy lógico preguntarse ¿Quién controla Bitcoin? ¿Cuál es la mayor presencia que dicta qué es Bitcoin, su desarrollo y más importante cuál es su futuro? En Bit2Me Academy nos hicimos ambas preguntas, y por ello hemos creado este artículo con algunas respuestas que seguramente te ayudarán a entender lo que pasa en el ecosistema de Bitcoin, y porque no, de otras criptomonedas.
Bitcoin, la octava maravilla del mundo. Un sistema descentralizado que algunos quieren centralizar
Si algo ha destacado a la especie humana es su necesidad de mantener el control. El hecho de sentirnos con el poder de controlar las cosas a nuestro alrededor, nos da poder y tranquilidad. Es algo básico, y todos lo hemos experimentado. Pero esa naturaleza se rompe en Bitcoin, ya que este es un sistema descentralizado. Ordenado con las matemáticas, pero anárquico en su control. Eso quiere decir, que no existe nadie que controle a Bitcoin como tal, ya que lo que realmente determina su control es un código puramente digital, un software, algo intangible. Esto por lo menos en su funcionamiento, y es algo que difícilmente podamos cambiar. Es decir, Bitcoin es una moneda digital, y como tal, al ser digital y descentralizada escapa del control absoluto que un individuo o grupo de individuos pueda tratar de imponer.
Un poco difícil de ver eso ¿Cierto? Pero es sencillo si entendemos que el desarrollo de Bitcoin, cada línea de código que le forma desde sus inicios hasta la actualidad, no fue escrita, decidida o impuesta por un individuo o un grupo determinado de individuos. En su lugar, fue algo construido comunitariamente, cientos y hasta miles de personas de todo el mundo han participado en ese desarrollo. Algunas son figuras conocidas, otras son tan anónimas o incluso más, que el propio Satoshi Nakamoto. Pero si algo está claro aquí es que el desarrollo de Bitcoin no es algo impuesto a rajatabla, y las veces en las que se intentó hacer algo como eso, las cosas no terminaron muy bien para quien lo intentó.
Sin embargo, pese a ello, pese al desarrollo descentralizado, Bitcoin no escapa de los intentos de individuos, o grupos de individuos muy específicos, para controlarlo. Después de todo ¿A quién le importa la criptomoneda número uno del mundo y su capitalización de mercado tan grande como el PIB anual de muchos países del mundo? Seguramente tu respuesta y la nuestra es la misma: “a mucha gente le interesa, especialmente si invierten en ella, y desean multiplicar esas inversiones”.
¿Significa esto que Bitcoin ha fallado como dinero descentralizado y construcción comunitaria? Para nada, de hecho, Satoshi Nakamoto predijo esto y por ello desarrolló Bitcoin como un software libre. De esa forma, si alguien intentaba controlar el sistema para su propio beneficio, el resto de la comunidad podría anular esa acción simplemente tomando el código para llevarlo por otro sendero. Ingenioso, ¿No crees? La mayor protección contra el control absoluto en Bitcoin es una sencilla licencia de software, software libre, ¿Quién lo pensaría?
Pese a esto, muchos piensan que en Bitcoin confluyen una serie de fuerzas, intereses, que luchan por controlarlo. Nada que ocultar aquí, es la naturaleza humana en su máxima expresión. Todos quieren controlar la situación, tanto si esa situación puede ir contra, como a favor, de sus intereses. Es por ello que podemos identificar esas fuerzas y medir su verdadero impacto en el control de Bitcoin.
Con esto en mente, mencionaremos cuales son estas fuerzas y qué impacto tienen en el ecosistema de Bitcoin.
Los desarrolladores, los constructores de Bitcoin
Una de las fuerzas que disputa más el control de Bitcoin son los desarrolladores. Después de todo, son ellos los que escriben el código que hace posible que Bitcoin funcione. Son ellos los que aceptan qué cambios se van a realizar y qué cambios no, cómo se van a realizar, cuándo y el por qué.
Básicamente podemos decir que los desarrolladores de Bitcoin, son dioses, en el sentido de que ellos tienen el absoluto control de lo que el software de Bitcoin puede o no puede hacer.
Esta es una situación con la cual muchos en la comunidad no están de acuerdo. La expresión “No debe haber reyes en Bitcoin” (y mucho menos dioses) deja muy en claro esta situación. La idea de un Core de desarrolladores inamovibles no gusta para nada, y se ha criticado el hecho de que posiciones como el Bitcoin Lead Developer no se renueven de forma más democrática. También se denuncia que la censura, el corporativismo, el conflicto de intereses o las agendas políticas, han llegado a Bitcoin debido a esta situación.
Como sea, los desarrolladores son esa línea de alto control, que irónicamente es necesaria hasta cierto punto, y detestable desde otro.
Si nos hacemos la pregunta ¿Soy capaz de desarrollar para Bitcoin? Seguramente la respuesta será variada, pero una buena parte carece de los conocimientos de programación y criptografía necesarios para la tarea. Aun con todo, que tus propuestas de mejoras sean aceptadas deberá pasar siempre por el beneplácito de un desarrollador actual de Bitcoin. No obstante, los desarrolladores de Bitcoin mantienen el control del desarrollo de Bitcoin, pero siempre están bajo la mirada de la comunidad.
Y es así, toda la comunidad pone los ojos sobre los desarrolladores, lo que hacen, lo que dicen, y hasta lo que no dicen. El mejor ejemplo lo vemos en Gavin Andresen, sus acciones por imponer un cambio en Bitcoin en contra del consenso de la comunidad le valió para ser relevado del cargo de Bitcoin Lead Developer. Y cuando dio su apoyo a Craig Wright (a Bitcoin Cash), la misma comunidad le bombardeó. Lo mismo pasa con personajes como Adam Back, a quien siempre le dicen que entró en Bitcoin por simple interés económico (y por nada más), cosa que demuestra con su puesto como CEO de Blockstream. Lo mismo pasa con Gregory Maxwell, al que llaman el “destructor de Bitcoin” por las propuestas como SegWit, Taproot y Graftroot.
¿Saben lo más raro? La situación se replica en otros proyectos con una envergadura igual o incluso mayor a Bitcoin. Miren por ejemplo al desarrollo del kernel Linux, Linus Torvalds es conocido como “Benevolente Dictador para toda la Vida (BDFL)”. Y es comprensible que se le llame así, cuando en el desarrollo del kernel, es Linus quien tiene la última palabra, y si metes la pata, su sarta de groserías (su cultura, como él dice) te hará ir a un psicólogo. Pese a ello, Linus es el único que de momento, tiene el potencial de llevar un proyecto de esa magnitud, y así lo ha hecho por más de 29 años.
Pues lo mismo pasa en Bitcoin y sus desarrolladores, muchos pueden verlos como un problema, pero ellos son necesarios para que Bitcoin pueda evolucionar y crecer como software y ecosistema, y eso nadie lo puede negar.
Los mineros, de ellos depende el heartbeat de la red
Otro actor importante dentro del ecosistema Bitcoin son los mineros, y no hace falta decir que su posición es vital para el funcionamiento de la red. Si por ejemplo un conjunto importante de minería se echara abajo, la seguridad de la red correría peligro debido a la bajada en el hash rate.
El ejemplo puede ser peor, si por alguna razón, los mineros se asocian para atentar contra la red, podrían llevarla a su fin en pocas horas debido a un hard fork. Ese es el peor escenario imaginable, pero es un escenario posible. Muchas criptomonedas han quedado prácticamente muertas tras un ataque del 51%.
En este punto, los mineros tienen un enorme poder, no solo porque ellos son quienes mantienen la red en funcionamiento, sino porque sus acciones pueden destruirla, si así lo quisieran.
Sin embargo, aquí entra la teoría de juegos y el equilibrio de Nash. Si bien es cierto que eso sería posible, en contra de estas acciones está la realidad de que los mineros hacen cuantiosas inversiones para minar Bitcoin, por lo que destruir la red que les da de comer, no es muy inteligente. Pero esto está lejos de ser un freno a otro problema, si la comunidad fuera de los mineros desea realizar algún cambio, y este cambio toca los intereses de los mineros, estos casi por unanimidad (como ha pasado ya) se opondrán a dicho cambio.
En este punto podemos ver, a los mineros como una nación en plena guerra fría, si te metes con sus intereses, no dudaran en presionarte por todos los medios, y siempre te recordarán que tienen el botón nuclear, ese que apaga las máquinas de minado, nodos mientras dicen “Ciao, Bitcoin”.
Por último, y no menos importante, recordar que ellos tienen la capacidad de decidir que transacciones añaden a un bloque, y con ello pueden forzar a que los usuarios paguen más si desean que su confirmación se confirme en el siguiente bloque de la cadena.
No obstante, la realidad no es tan negativa para los usuarios. Si bien es cierto que esto ocurre, es complicado que los mineros se coordinen normalmente para generar presión. Pero no imposible, de hecho se coordinan a veces. Por eso es tan importante la descentralización de la minería, un reto que Bitcoin lleva intentando solventar desde prácticamente el primer día en el que nació.
Empresas y Exchanges ¿Dinamizan o controlan el mercado?
La llegada de los comercios y los exchanges al ecosistema de Bitcoin, significó un gran avance. Con ellos Bitcoin comenzó a ganar relevancia como moneda, llegaron los intercambios, los gastos en productos y servicios, es el boom de Bitcoin. Nadie puede negar, que fueron los comercios y exchanges los que permitieron que el desarrollo de Bitcoin se acelerara a grandes pasos y que Bitcoin llegase a cientos de millones de personas.
Pero muchas empresas están únicamente por el dinero. No buscan formar, hacer llegar Bitcoin a la gente e incluso, a veces, solo es un producto más que tal vez criticaron en el pasado. En este punto vemos a instituciones y empresas. Nombres como Paypal, BBVA, JP Morgan, y otros tantos que invirtieron en destruir Bitcoin ahora buscan lucrarse de él.
Otras muchas empresas están en el mundo cripto no solo por ganar dinero, sino por apoyar el proyecto, aportar presupuesto para los desarrolladores (que de código no se alimentan por cierto) y crear un ecosistema más rico para todos.
Pero no debemos obviar que otras por otro lado, ciertamente están por el oportunismo y tratar de sacar su parte del “botín” del mundo cripto, y si pueden manipular la forma de percibir las criptomonedas de forma masiva.
Las actuaciones de unas y otras obviamente tienen su repercusión en el sistema, y todas abogan porque se implementen funciones que ayuden a mejorar su presencia o capacidad técnica dentro de Bitcoin.
Por ejemplo, Blockstream es una empresa muy conocida en el ecosistema Bitcoin. De ella dependen los sueldos de varios desarrolladores de Bitcoin. También aporta mucho presupuesto para mantener el desarrollo de Bitcoin, desarrollar nuevas tecnologías y más. Pero en ciertas ocasiones la comunidad ha denunciado que Blockstream ha tratado de mover los hilos del desarrollo de Bitcoin a su favor y el de sus inversores. Otra cosa por la que siempre se le critica es su sistema de patentes, algo contrario al espíritu de software libre que Bitcoin inició y que Blockstream ha implementado como algo común.
nChain la empresa de Craig Wright por otro lado, es lo que llaman una empresa troll. Invenciones no patentadas realizadas por la comunidad, han sido patentadas por esta empresa. Incluso el mismo Bitcoin y todo su sistema ha sido patentado por esta empresa, en un intento de su creador por ganar protagonismo en el ecosistema.
Por otro lado, quedan los exchanges, cuyo enorme poder económico puede cambiar las tornas en el ecosistema. Por ejemplo, OKEx y CEX delistaron de sus exchanges a la criptomoneda Monero (XMR), y con ello derribaron el precio de la criptomoneda. Esto habla mucho del enorme poder que los exchange tienen para controlar el valor de las criptomonedas pues ayudan a que una moneda llegue a más gente.
Si es cierto, las reglas del mercado mandan en las criptomonedas y su valor, pero un exchange puede manipular a su antojo ese precio, para sacar beneficio. Las decisiones de que moneda listar o no, o incluso de que versión del nodo usar, tiene una influencia muy grande en una criptomoneda. Y en Bitcoin ocurre lo mismo.
No obstante, existen muchos exchanges, y la libre competencia hace que los exchanges tengan que adaptarse a lo que los usuarios piden, pues un exchange que no sirve a los deseos de sus clientes tiene los días contados.
Las ballenas, un movimiento y generan cataclismos
Las ballenas de Bitcoin son otra facción de poder en el mundo de Bitcoin, y su poder radica en que son ricos, muy ricos, tan alocadamente ricos que muchos exchanges se quedan pequeños ante ellos. Por ejemplo, la dirección 35hK24tcLEWcgNA4JxpvbkNkoAcDGqQPsP, es una dirección conocida del exchange Huobi, y tiene un total de 141.451,59463747 BTC en la actualidad.
¿Qué puede hacer una ballena con tal cantidad de dinero en Bitcoin? Pues afectará de forma significativa el precio de Bitcoin y con ellos los mercados de criptomonedas a nivel global. No importa donde haga el movimiento, sentirás sus efectos de alguna manera. De hecho, muchas personas concuerdan con que el bull market de 2017 fue obra de un grupo de ballenas, que lograron disparar el precio hasta los 20 mil dólares. Eso nos muestra el enorme poder de estas ballenas en el mundo de Bitcoin.
Algo curioso que se ha visto es cómo algunas ballenas son los fundadores de otras criptomonedas. Criptomonedas como USDT o XRP han sido acusadas en múltiples ocasiones de usar su criptomoneda para enriquecerse, pudiendo emitir libremente cantidades enormes de nuevas monedas para después con ellas comprar Bitcoin. Sin duda, acusaciones que veremos en el futuro como acaban pero no deja de ser un punto importante de control.