Bitcoin vs Acciones: ¿La “correlación” se está rompiendo?
La relación que existe entre el movimiento de un activo con respecto al otro se conoce comúnmente como “correlación”. El análisis de estas “correlaciones” es sumamente importante a la hora de diseñar un portafolio de inversiones inteligente. En otras palabras, para el diseño de un portafolio balanceado y diversificado. El concepto de las correlaciones no sale de la nada. Para su definición es importante ir directamente a los datos. Si escogemos lapsos breves, la información es menos confiable. Pero si tomamos lapsos más largos, la información es mucho más confiable. Sin embargo, dos activos pueden mostrar correlación por mucho tiempo, pero luego romper esa correlación en el futuro.
En lo que se refiera a Bitcoin, ¿Cuál es su correlación? Primero, debemos aclarar ciertas cosas. Hablamos de correlación positiva perfecta (+1) cuando dos activos tienden a moverse en la misma dirección. Y hablamos de correlación negativa perfecta (-1) cuando dos activos tienden a moverse en la dirección opuesta.
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Como regla general, las acciones bursátiles tienden a moverse en la misma dirección. Lo que quiere decir que las acciones de la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) tienden a moverse en la misma dirección que las acciones en Nasdaq. Y las bolsas de valores en todo el mundo tienden a moverse juntas. De hecho, todas las acciones tienden a moverse igual. Es decir, todas están correlacionadas positivamente.
A su vez, el debilitamiento del dólar tiende a incrementar el valor del oro y el petróleo. En este caso, estamos hablando de una correlación negativa. Claro que estamos hablando de tendencias. Obviamente, no se trata de causalidad. De hecho, una correlación perfecta es muy rara. Lo que implica que por lo general cuando tenemos una correlación casi siempre tenemos una correlación imperfecta.
Es importante comprender el concepto de correlación imperfecta, porque muchas en la comunidad cripto se aprovechan de esta “imperfección” para confundir el asunto. Por ejemplo. Bien sabemos que la Bolsa de Nueva York está correlacionada positivamente con Nasdaq. Sin embargo, esta es una tendencia general. Hay días o incluso meses que ambos mercados se desvían temporalmente de su tendencia general. Estas desviaciones son comunes por el simple hecho de que las correlaciones perfectas son muy raras.
Supongamos que durante un par semanas (o un par de meses) el Dow Jones y el S&P 500 cierran en positivo, pero el Nasdaq cierra en negativo. Al mismo tiempo, el oro y el petróleo cierran en negativo. Nadie en su sano juicio diría que debido a ese periodo atípico el Nasdaq se desacopló definitivamente de las bolsas y ahora está correlacionado con el oro. Nadie con tres dedos de frente se atrevería a realizar semejante afirmación.
Es posible que exista una interpretación mucho más sensata. Es posible que los inversores estén avanzando con cautela y estén invirtiendo solo en compañías defensivas (no cíclicas). Y están esperando más optimismo para invertir en acciones de crecimiento (cíclicas). Este escenario perjudica a Nasdaq porque ese mercado cuenta con muchas compañías de crecimiento (cíclicas).
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Desde esta óptica, decir que Nasdaq se correlaciona positivamente con el oro sería algo sumamente absurdo. Pese a las coincidencias. Los activos arriesgados normalmente no se correlacionen con activos conservadores. Pero, en muchos casos, los activos de riesgo medio pueden avanzar, mientras los activos de alto riesgo retroceden. Esto a veces ocurre en períodos de optimismo cauteloso. Hay optimismo, pero el suficiente para asumir grandes riesgos.
Otro escenario. Claro que también es posible que dos mercados normalmente correlacionados rompan la tendencia momentáneamente debido a un hecho puntual. Por ejemplo, el sector salud puede estar experimentando una baja general. Pero una compañía farmacéutica puede experimentar una gran alza, contradiciendo la tendencia general. Gracias a la aprobación de una patente, por ejemplo. El mercado mañana puede colapsar, pero si una compañía obtiene la aprobación de una vacuna para el coronavirus sus acciones se irán a la luna. Así de sencillo. No hay correlación perfecta.
Ahora bien, la correlación de Bitcoin. Nos guste o no, Bitcoin está correlacionado de manera sumamente imperfecta al S&P 500. Correlación positiva. Es decir, Bitcoin tiene más en común con las acciones que con el oro en lo que a correlaciones se refiere. Eso es muy fácil de comprobarlo. Es solo cuestión de buscar el comportamiento del S&P 500 de los últimos 10 años y compararlo con el comportamiento del precio de Bitcoin durante el mismo periodo. Duélale a quien le duela, los mejores años del S&P 500 coinciden con los mejores años del Bitcoin. No es una opinión. Es un hecho. Los datos están disponibles y cualquiera puede revisarlos.
Repito: “Correlación imperfecta”. En el corto plazo, incluso, podríamos decir que esa correlación es tan imperfecta que Bitcoin en realidad se comporta como un activo no correlacionado. Durante esta crisis, sin embargo, la correlación con el S&P 500 se ha fortalecido. Pero especulo que el próximo año en la medida que salgamos de la crisis, Bitcoin se desligará un poco más del S&P 500 y volverá a su vieja naturaleza no “correlacionada” en el corto plazo. Sin embargo, en el largo plazo, la correlación imperfecta con el S&P 500 podría mantenerse.
¿Eso significa que Bitcoin es una copia al carbón del S&P 500? Claro que no. Esas últimas semanas son una prueba de ello. PayPal anunció que pronto estará aceptando pagos en cripto y la noticia generó un rally. Eso se asemeja al ejemplo que coloqué anteriormente sobre la aprobación de una patente por parte de una farmacéutica. Una buena noticia tiene el poder de romper con la tendencia temporalmente. Repito: No hay correlación perfecta.
Sin embargo, muchos están anunciando ya un cambio de tendencia en lo que a las correlaciones de Bitcoin se refiere debido al comportamiento del precio durante estas últimas semanas. Me temo que se trata de afirmaciones poco serias. ¿Un mes de datos es suficiente para decretar un cambio de tendencia definitivo? Por supuesto que no. De hecho, es absurdo. Es simplemente demasiado apresurado.
Un comentario final con respecto a las correlaciones de Bitcoin. Muchos en la comunidad Bitcoin están obsesionados con correlacionar a Bitcoin con el oro. Cualquier similitud accidental se utiliza como prueba definitiva de una correlación. Y la correlación comprobada con el S&P 500 se esconde como si se tratara de una enfermedad vergonzosa. Francamente, eso no parece patético. Dibujar una realidad que no existe para que se ajuste a una narrativa preestablecida. Bitcoin como “refugio seguro”, el “oro digital”. El héroe de la contracultura que nos salvará de la tiranía del dinero fiat. ¿Por qué no estudiar los datos con sinceridad?
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Podemos combatir la propaganda con sentido común. Si analizamos a Bitcoin en términos de riesgo/rendimiento, podríamos entender el por qué los inversores consideran a Bitcoin como un activo de alto crecimiento. En un portafolio de inversiones inteligente, ocuparía el lugar de los activos altamente volátiles. Si visualizamos un portafolio en forma de pirámide, Bitcoin estaría cerca de la punta. Un poco por encima de las acciones de alto crecimiento (Big tech). En la base de esta pirámide, los inversores normalmente colocan los activos más seguros como los bonos, certificados de depósito y divisas estables.
Los vehículos más especulativos se mueven muy bien en periodos de alta liquidez. Es decir, cuando hay más optimismo y dinero, los inversores asumen mayores riesgos. Esto favorece a las startups, las compañías tecnológicas y los proyectos nuevos. Por otro lado, en momentos con escasez de liquidez los inversores escogen activos mucho más conservadores (estables). Entonces, es solo sentido común ver que un activo tan volátil como Bitcoin se correlacione con los activos de mayor riesgo. Sentido común.