Las Bahamas lanzan la primera CDBC del mundo, el “Sand Dollar”
El Banco Central de las Bahamas anunció que el “Sand Dollar” del país, una moneda virtual respaldada por el Estado, ya está disponible en todo el país.
De acuerdo con una publicación en Facebook del 20 de octubre del Proyecto Sand Dollar, la moneda digital de banco central (CBDC) se puso a disposición de los 393,000 residentes de las Bahamas desde aproximadamente las 10:00 PM UTC. Esto convierte a las Bahamas el primer país en el mundo en lanzar oficialmente una CBDC.
China está probando actualmente un programa piloto para su yuan digital con un sorteo de USD 1.5 millones, y se espera que la moneda digital “Bakong” de Camboya entre en funcionamiento en los próximos meses luego de su lanzamiento piloto en julio de 2019.
Las transferencias de Sand Dollar se realizan con teléfonos móviles, y a partir de 2017 aproximadamente el 90% de la población de las Bahamas utiliza teléfonos móviles.
Según el sitio web del Sand Dollar, los residentes de las Bahamas pueden utilizar la moneda digital en cualquier comercio “con una billetera electrónica aprobada por el Banco Central en su dispositivo móvil” y las comisiones de transacción son “insignificantes”. El Banco Central seleccionó al proveedor de transacciones NZIA como su proveedor de soluciones tecnológicas para el lanzamiento de la moneda digital.
El Banco Central de las Bahamas ha estado preparando el lanzamiento de su CBDC desde hace años. En 2019, inició un programa piloto utilizando 48,000 Sand Dollars en las islas de Exuma y Abaco, que tienen una población combinada de menos de 25,000 personas. Cada Sand Dollar está vinculado al dólar de las Bahamas, que a su vez está vinculado al dólar estadounidense.
El Sand Dollar está destinado a impulsar una mayor inclusión financiera dentro de la nación del archipiélago de más de 700 islas, de las cuales unas 30 están habitadas. Cointelegraph informó en septiembre que Chaozhen Chen, el subdirector de eSolutions del Banco Central de las Bahamas, dijo que la CBDC ayudaría a proporcionar “acceso a la infraestructura de pago digital o a la infraestructura bancaria” a los residentes no bancarizados y a los no bancarizados.
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