Ni el oro, ni el dólar, ni Bitcoin. El futuro del dinero es un retorno al paleolítico
En la mente de muchos bitcoiners, el muro de Berlín aún no ha caído. Es decir, todavía se vive en un mundo de grandes relatos. Se habla de revolución, liberación y opresión de una forma lineal y totalizadora. Bitcoin en sí es nuevo. Pero su narrativa es vieja y obsoleta. Y esto se debe en parte a que los bitcoiners de hoy usan la misma vieja narrativa de los cypherpunks, los libertarios y los escarabajos del oro. O sea, el mundo de los años 80s. En ese mundo, el dólar debe ser abolido por el oro o algo como el oro. La hegemonía de dólar debe ser sustituido por la hegemonía del “pueblo”/ “libre mercado”. En otras palabras, una moneda descentralizada que reine sobre todo. El sueño libertario de separar la economía del Estado por fin se logrará. El paraíso anarcocapitalista de los maximalistas.
En los años 80s, el mundo era lineal y progresista. Existían los buenos y los malos. El mundo se organizaba bajo unas ideas generales y creencias relativamente uniformes. De hecho, era un mundo esencialmente moderno. Las Guerras Mundiales destruyeron Europa y con esa destrucción quedó atrás el viejo sistema imperial. La época de la posguerra estuvo marcada por una guerra fría entre las dos superpotencias, Los Estados Unidos y la Unión Soviética. O sea, Rocky 4. Rocky Balboa vs Ivan Drago. La dicotomía entre el bien y el mal.
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En aquel entonces, todos veíamos los mismos programas de televisión y todos leíamos los mismos periódicos. Los niños debíamos esperar al sábado en la mañana para ver los dibujos animados. Solo existían unos pocos canales de señal abierta. Había dos o tres a nivel nacional. Los noticieros duraban media hora o una hora. Y la televisión estaba dirigida a un público masivo. Si uno necesitaba saber algo, debía ir a la biblioteca de la casa y buscarlo en una enciclopedia. Y la política giraba en torno a amar a los Estados Unidos u odiar a los Estados Unidos. En muchos aspectos, era un mundo sumamente sencillo.
La posguerra consolidó el Estado nación. Las democracias liberales en el contexto de un Estado de bienestar se impusieron en el mundo. Y el Imperio Británico quedó en el pasado. Los imperios dieron paso a las naciones. Y los Gobiernos se convirtieron en nuestro gran benefactor. Lo que significó una intervención gubernamental profunda y sin precedentes en nuestras vidas. Ahora el Gobierno estaba en todo.
El oro era el dinero por excelencia de los Imperios. En la Ciudad de Londres “The City”, en el siglo XIX, los banqueros crearon un sistema monetario de dinero de papel basado en el oro. Este sistema se difundió por el mundo y se convirtió en un sistema global. Ahora bien, si el papel respaldado por oro fue la modalidad adoptada en la época imperial y el dinero fiat fue el sistema empleado en la época de la posguerra por los Estados nacionales. Nixon al romper con los acuerdos de Bretton Woods dio el toque de gracias para cortar definitivamente con el pasado.
Desde mucho, los libertarios estadounidenses han querido volver al pasado. De hecho, ellos quieren regresar a Estados Unidos de la primera mitad del siglo XIX. En otras palabras, el mundo según Thomas Jefferson. Libertad, individualismo, Gobierno mínimo. Aquí estamos hablando del Salvaje Oeste en una época conocida como la Era de la Banca Libre. “Free Banking Period” (1837-1863). En virtud de la banca libre, los bancos centrales y las monedas de curso legal del gobierno no existían y las regulaciones del Gobiernos sobre el dinero y la banca no existían.
En esencia, los libertarios en Estados Unidos son un movimiento político reaccionario que cree que la creación de la Reserva Federal y el shock de Nixon fueron el gran pecado original. Y debemos retornar al paraíso perdido.
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Debido a que Bitcoin es hijo de los cypherpunks y los libertarios californianos, este espíritu vive en la comunidad cripto. Vive, sobre todo, entre los Bitcoiners maximalistas. En otras palabras, Bitcoin como un movimiento político antisistema. O sea, la separación de la economía y el Estado, el fin de la Reserva Federal, la abolición del dinero fiat y la implementación del libre mercado para todo.
“Bitcoin fix that”. Bitcoin como una panacea para todos los problemas del mundo. En el futuro, el mundo adoptará Bitcoin y finalmente existirá una separación del dinero y el Estado. Bitcoiners emblemáticos como Andreas Antonopoulos, Anthony Pompliano, Bobby Lee, Roger Ver, John McAfee, Max Keiser, Jimmy Song, Tone Vays y muchos más entren en este saco. Unos más, unos menos. Pero ese es el espíritu. Ellos succionaron el alma libertaria y la difunden en la comunidad Bitcoin. Entonces, los jóvenes bitcoiners ahora piensan que la “narrativa Bitcoin” es totalmente nueva y original. Pero los libertarios van siglos hablando de los mismos. Todo eso es más viejo que las ventosas.
¿Cómo Internet está afectando al mundo? ¿Cómo es el mundo posmoderno de hoy? ¿Por qué es esencialmente distinto al mundo de los cypherpunks de los años 80s/90s? El mundo después de la caída del muro de Berlín no es el fin de las ideologías. Es el mundo personalizado. No es un mundo total, sino fragmentado y especializado. No es la televisora nacional que todo el mundo ve al mismo tiempo. Es Facebook que usa un algoritmo para crear una experiencia única y subjetiva. No hay un único proveedor de contenido. Hay millones al mismo tiempo. Todo circula en torno a grupos de interés, nichos específicos y gustos individuales.
No hay un mundo sino millones operando simultáneamente. No hay idea única, ni narrativa única, ni valores únicos, ni organización única. Es la individualización del mundo. El reino de la subjetividad. El posmodernismo. El Estado nación ya está perdiendo su vigencia. El mundo se está atomizando. Ahora nuestra tribu es la lista de contactos que tenemos en nuestras redes. Nuestro perfil es nuestro universo.
¿Puede la visión totalitaria de los maximalistas triunfar en la posmodernidad? ¿Tendría sentido volver al paraíso libertario: ¿El siglo XIX? Nuestra cuenta de Facebook es un retorno al ágora de la Atenas clásica. De hecho, es un retorno a las bandas paleolíticas. Mis amigos. Mis contactos. Incluso el lenguaje se ha vuelto un poco más prehistórico. El video, el audio, el emoji evoca la tradición oral. Los memes y los videos de Youtube son los cuentos junto a la fogata. Este es una realidad muy distinta a la realidad de los años 80s, donde todos los niños del país veamos los mismos dibujos animados en el mismo día, a la misma hora.
Ahora bien, el dinero. ¿cuántas formas de pago han surgido con la llegada de Internet? La persona promedio no vive en el mundo binario de los maximalistas. La persona promedio maneja muchas formas de pago al mismo tiempo. Billetes, monedas, Visa, Mastercard, PayPal, acciones, bonos, bienes, Ali Play, Google Pay, Apple Pay, Mercadopago, millas, Gift Cards, oro, oro de Minecraft, coleccionables, dólares, euros, yenes, yuanes, Zelle, Swift, etc. La mayoría de las personas manejan un sistema monetario mixto y personalizado. Y esta tendencia va en aumento acelerado.
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La Iglesia Católica ya no tiene el monopolio en el mundo de las ideas. La caída del muro de Berlín acabó con el gran relato y ya no existe un anillo único que nos gobernará a todos. Ese mundo quedó atrás. El futuro no será el siglo XIX. Después de Internet, es muy improbable que la población mundial quiera implementar una solución única que cubra todo. Es como pretender que CNN o la BBC se convierta en la única fuente informativa del mundo. Algo que en el siglo XIX era normal. Hoy es sumamente improbable.
La separación de la economía y el Gobierno probablemente no se dará de la manera como las maximalistas y los libertarios lo imaginan. Es decir, la gran revolución del pueblo que adoptará una moneda única descentralizada al estilo de la guerra fría. La hegemonía del dólar (probablemente) se irá perdiendo gracias a la gran diversidad de alternativas. Internet acabó con la hegemonía comunicacional del Gobierno y demás entes centrales. ¿Quién controla la información ahora? Bueno, Internet podría tener el mismo efecto sobre el dinero. Sería la fragmentación y personalización del dinero.
Semillas, piedras, hojas secas, metales, minerales, artesanía, pieles, fibras, dientes, herramientas, plumas, animales, y miles de cosas más. El dinero era así. Diverso. Un planeta. Miles de mundos. Una humanidad. Pero todo era local y personal. De pronto, el futuro no será como el Estados Unidos de Thomas Jefferson. Tal vez, se parezca un poco más al paleolítico.
Este es un artículo de opinión y Cointeleraph no adhiere necesariamente a los expresado aquí por el autor