Top criptonoticias de la semana: Criptomonedas que superan a Bitcoin, boom en la inversión de minería de BTC y mucho más
El paciente sigue dormido. Sabemos que está vivo, porque todavía tiene pulso y hay respiración. Pero Bitcoin ha caído en el sueño de Odín. Ni para arriba, ni para abajo, porque ese mar se congeló y ahora tenemos una línea plana e infinita. Señores, estamos en un letargo eterno. No toca otra que esperar. Esto no termina sino hasta que la gorda cante. Aún no pasa nada, pero algo tendrá que pasar.
Ahora bien, hablemos a las criptonoticias más leídas de la semana.
Nadie me ha bloqueado nunca los billetes que tengo mi bolsillo. Sin embargo, sí he tenido un par de problemas en exchanges de criptomonedas. En una oportunidad, me bloquearon temporalmente unos fondos. Otra vez, me cerraron la cuenta de la noche a la mañana. Claro que no voy decir el exchange, (brittex). Por razones de seguridad, he perdido el acceso a mi cuenta por un tiempo, en un par de ocasiones. La clave invalida más de tres veces o algo así. A pesar de que me encantaría pegarle a la piñata atacando al dólar en esta fiesta, se sentiría muy extraño hacerlo sabiendo que me han pasado cosas similares con Bitcoin. Ah, pero no es Bitcoin, ¡Son los exchanges! Bueno, no es el dólar es el BBVA.
La custodia en manos de una gran burocracia (un banco) estrechamente vinculada con otra gran burocracia (Estado). He ahí el meollo del asunto. Tengo un amigo que un buen día me llamó desesperado, porque le abrió una cartera a su suegro con 1000$ en Bitcoin y se le olvidó la clave. “Gustavo, ayúdame, si no recupero esos fondos, voy a tener que poner ese dinero yo”, me dijo el pobre diablo. ¿Qué le dije yo? “Tranquilo, escríbele a soporte al cliente y ellos te dan una clave nueva”. Problema solucionado. Al hombre todavía lo invitan a comer a casa de la novia, gracias a que no tenía la custodia de su cartera. O sea, no todo es malo. Confiar en un tercero también tiene sus ventajas. Recordemos que un mercado obsesionado con no confiar en un tercero está dominado, irónicamente, por exchanges centralizados. Así que tan puros no somos.
Los dilemas de la custodia. La flexibilidad de un mercado sin mucha regulación. Los riesgos de un mercado sin mucha regulación. La fragilidad de la responsabilidad individual. La conveniencia de confiar en un tercero. Y el peligro de confiar en un tercero. En mi opinión, una solución está en mejores aplicaciones FinTech. Con un buen software y un mejor sistema, la burocracia puede mejorar. Es decir, la tecnología ayuda. La solución (o parte de ella) son mejores códigos y mejores algoritmos. Lo otro son regulaciones adecuadas. Ni tan calvo, ni con dos pelucas.
Nunca ha sido fácil predecir el clima. Nadie quiere ser ese reportero en el canal. Las personas que ven el canal del clima para escoger su atuendo diario saben muy bien de lo que estoy hablando. Lo mejor es olvidarse de las predicciones y prepararse para todos los climas. Nunca está de más tener un abrigo y unos paraguas en el auto. Nunca salir de casa en traje de baños debido a una predicción optimista. Y, mucho menos, si todavía, es invierno. He ahí el detalle. El invierno no termina con un decreto. El invierno termina cuando comienza el calor.
La tendencia lateral actual es tal que ya estamos casi a una canción de llamar a Bitcoin una stablecoin. La volatilidad es casi cero. Y, ¿qué nos está diciendo esto? Si la volatilidad es indecisión, la estabilidad es decisión. Lo que quiere decir que el mercado obviamente está cómodo con el precio actual. ¿Por qué se anuncia un cambio, si no hay vientos cruzados? Por aburrimiento. Pero, para mí, todavía no es un verano sino un otoño. O sea, un universo lateral. Ni caliente, ni frío. No es invierno. No es verano. Pero no es tan feliz como para decir que es una primavera. ¿Un otoño? Para que esto cambie, algo debe pasar. Dame tres huracanes (rallies) seguidos y ya podemos comenzar a hablar de alzas y soles.
Cuando cierran el gran almacén, el quiosco de la esquina prospera. Y por ser un negocio pequeño puede darse el lujo de márgenes mayores. Obviamente es algo que no puede escalar mucho ni durar por bastante tiempo. Pero si es domingo, hay misa, y los negocios grandes están cerrados, pues, de pronto, vale la pena salir a comprar un helado y el periódico en el quiosco. El boom DeFi ha beneficiado a Ethereum por asociación. Y los inversores han salido a cazar en busca del próximo miniboom en la jungla de las altcoins. Bueno, no todo es Bitcoin y de pronto hay un par de proyectos interesantes allá afuera. ¿Cuáles son? Bueno, hay que explorar.
Hay acción en todas partes, menos en Bitcoin. Los Robinhood traders están haciendo fiesta en Wall Street con compañías como Tesla, Netflix y Amazon. El oro está por alcanzar su máximo histórico. Y una cascada de dinero está cayendo de los cielos gracias nuestra hada madrina, la Reserva Federal.
Mientras todo esto está pasando, Bitcoin está hibernando en su cueva. No se despierta ni con el ruido de los cohetes. Claro que los criptonautas son muy inquietos para sentarse y simplemente quedarse quietos en el muelle de la bahía perdiendo el tiempo. Esa energía salvaje debe ser canalizada. La respuesta de momento han sido las altcoins. ¿Es algo temporal? ¿Es el comienzo de una temporada? Yo creo que eso lo veremos cuando la bestia despierte. Cuando Bitcoin se mueve, lo sabremos.
Elon Musk es un brillante fundador de startups, pero aún está por verse qué tan bueno es como industrial. Es decir, sabe fundar una compañía y que esta tome muchísimo valor. Crea un producto, vende un sueño, y enamora a los inversores. Pero, ¿genera ingresos corporativos? Es decir, ¿el sueño se traduce en ganancias de la compañía por años y décadas? Los inversores están pagando por su sueño y por futuro posible, probable, hipotético. Y eso lo hacen con una sonrisa. Porque están enamorado de Elon y el amor no escucha razones.
Si bien es cierto que los miles de millones que tiene en papel han subido muchísimo útilmente, es importante destacar que todavía es muy prematuro para cantar victoria. Tesla no es Amazon, Microsoft ni Berkshire Hathaway. Su alza es mucho más especulativa, porque se basa en un futuro que todavía no ha llegado. Claro que no estoy diciendo que Tesla es un fraude. Únicamente que las ganancias futuras son más arriesgadas que las ganancias pasadas o actuales. El futuro cambia todo el tiempo. No podemos dar nada por sentado. En otras palabras, con respecto al vertiginoso ascenso de las acciones de Tesla no me sorprendería ver una dramática corrección en el futuro.
Bueno, siempre es una excelente noticia escuchar que la industria minera se fortalece. El halving prácticamente fue ayer y hay mineros invirtiendo en el futuro. Si bien es cierto que todo parece indicar que el minero pequeño está siendo aplastado por los grandes, eso no significa que es el fin del mundo. Es una tontería pensar en el pasado idílico y el futuro distópico con respecto a la centralización de la minería. Después de todo, ¿en los primeros años cuántos mineros teníamos? Debemos recordar Bitcoin comenzó con un minero: Satoshi. Grande o pequeños. ¡Mineros, bienvenidos! Gracias por su gran labor.