El petróleo no necesita guerra en Oriente Medio para seguir creciendo: ¿Por qué?
¿Por qué el precio del petróleo sube y baja como una montaña rusa? Pues no es porque los jeques árabes se aburran y jueguen a la ruleta con el barril. ¿O será? Bueno, el petróleo es un recurso natural indispensable para la economía mundial, y su precio depende de muchos factores que a veces se escapan de nuestro control.
Uno de esos factores es la oferta y la demanda. Cuanto más petróleo hay disponible, más barato es, y viceversa. Pero la oferta y la demanda no son fijas, sino que varían según las condiciones del mercado, el clima, las catástrofes naturales y las decisiones de los países productores.
Otro factor es la geopolítica. El petróleo se extrae principalmente de Oriente Medio, una región que no se caracteriza precisamente por su estabilidad política. Cualquier conflicto bélico, atentado terrorista o sanción internacional puede afectar al suministro de petróleo y disparar su precio.
Otro factor es la política energética. Los países productores de petróleo tienen el poder de influir en el precio del crudo mediante sus cuotas de producción, sus impuestos, sus subsidios y sus inversiones en energías alternativas. Estas políticas pueden tener fines económicos, sociales o ambientales, pero también pueden responder a intereses políticos o ideológicos.
El petróleo también escasea por la falta de inversión en refinerías, exploración y producción. Además, muchos países exportadores tienen costos de producción muy altos. Y, por si fuera poco, la infraestructura está obsoleta y no da abasto. Así que no te extrañes si el precio del petróleo sigue subiendo. Es lo que hay.
Ahora bien, el precio del petróleo no es una cuestión simple, sino que responde a una compleja interacción de factores que a veces nos sorprenden con sus efectos. Entonces, la próxima vez que veas que el precio del petróleo sube o baja, no te asustes ni te alegres demasiado. Puede que mañana cambie otra vez.
¿Cada vez que vas a la gasolinera te cobran más por el litro de gasolina? ¿Por qué el precio del petróleo no para de subir? ¿Te has enterado de que hay una guerra en Oriente Medio que podría afectar al suministro de crudo?
Ahora bien, como ya dijimos, el precio del petróleo depende de muchos factores, pero los más importantes son la oferta y la demanda. La oferta es la cantidad de petróleo que hay disponible en el mercado, y la demanda es la cantidad de petróleo que quieren comprar los consumidores. Cuando la oferta es mayor que la demanda, el precio baja. Cuando la demanda es mayor que la oferta, el precio sube. Así de simple.
Pero claro, la oferta y la demanda no son fijas, sino que varían según las circunstancias. Y últimamente, las circunstancias no han sido muy favorables para los que usamos el petróleo como fuente de energía. Veamos por qué.
Por un lado, la demanda de petróleo ha aumentado mucho en los últimos años. La economía mundial está creciendo, lo que significa que hay más actividad industrial, más transporte, más comercio y más consumo. Todo eso requiere energía, y una gran parte de esa energía proviene del petróleo. Sobre todo en los países emergentes, como China o India, que están creciendo a un ritmo muy rápido y necesitan más petróleo para alimentar sus motores.
Por otro lado, la oferta de petróleo ha disminuido o se ha estancado. El petróleo es un recurso natural no renovable, lo que significa que se acaba. Cada vez es más difícil encontrar nuevos yacimientos de petróleo, y los que hay son más profundos, más lejanos o más difíciles de extraer. Eso hace que el coste de producción sea mayor, y, por tanto, el precio también.
Además, los países productores de petróleo no están invirtiendo lo suficiente en el sector petrolero. Algunos porque tienen problemas políticos o económicos, como Venezuela o Irán. Otros porque quieren diversificar sus fuentes de ingresos y apostar por las energías renovables, como Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos. Y otros porque quieren controlar el mercado y mantener el precio alto, como la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), que es un cártel formado por 13 países que producen el 40% del petróleo mundial.
Estos factores han provocado un desequilibrio entre la oferta y la demanda de petróleo, lo que ha hecho que el precio se dispare. Y como si eso fuera poco, hay otro factor que puede influir aún más en el precio: el riesgo geopolítico.
El riesgo geopolítico es la posibilidad de que haya conflictos armados o tensiones políticas en las zonas donde se produce o se transporta el petróleo. Estos conflictos pueden interrumpir el suministro de crudo, lo que reduciría aún más la oferta y aumentaría aún más el precio.
Un ejemplo reciente de este riesgo es el conflicto entre Israel y Hamas en Gaza. Aunque ni Israel ni Gaza son productores importantes de petróleo, el conflicto ha generado nerviosismo e incertidumbre en el mercado. ¿Y si el conflicto se extiende a otros países de la región, como Irán o Líbano? ¿Y si afecta al canal de Suez o al estrecho de Ormuz, por donde pasa una gran parte del petróleo mundial?
Estas preguntas han hecho que los inversores se pongan nerviosos y compren más petróleo para protegerse ante una posible escasez. Esto hace que la demanda aumente artificialmente y que el precio suba aún más.
Si quieres ahorrar dinero en gasolina, tienes tres opciones: o te compras un automóvil eléctrico, o te compras una bicicleta o rezas para que haya paz en Oriente Medio. O mejor aún: haz las tres cosas.
El precio del petróleo es como un globo que se infla cada vez más. ¿Qué hace que el aire entre en el globo? Muchas cosas, como la demanda de los países que lo necesitan, la oferta de los países que lo producen, y las tensiones políticas y militares que pueden afectar a ambos. Una de esas tensiones es la crisis en el Medio Oriente, que es como una cereza del pastel que le da más sabor al asunto. Pero, con o sin esa cereza, el globo sigue creciendo.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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