Las DAO pueden ayudar a científicos a encontrar financiación y una comunidad, según la revista Nature

La revista científica Nature acaba de publicar un editorial en su sección Nature Bioscience en el que elogia el uso de organizaciones autónomas descentralizadas (DAO, por sus siglas en inglés) como un nuevo método revolucionario por el que los investigadores que trabajan en campos científicos con escasa financiación pueden crear comunidades en torno a su trabajo y conseguir financiación que, de otro modo, podría no estar disponible.

En un esquema de investigación basado en DAO, la organización de un proyecto, la recaudación de fondos, la retroalimentación y la canalización desde el descubrimiento hasta el producto/industria pueden ser gestionados por el mismo órgano de gobierno descentralizado.

Según el artículo de Nature, el flujo de trabajo general también se agilizaría en comparación con el statu quo:

“Las propuestas de proyectos se envían a las DAO, y cada miembro de las DAO puede votar si un proyecto concreto debe financiarse. Los miembros disponen de tokens… para proporcionar apoyo y comentarios a las nuevas propuestas de proyectos. Los resultados de la investigación también se comunican a las DAO a medida que avanzan los proyectos, lo que genera más comentarios y compromiso. Con el tiempo, el proyecto acabará (con suerte) en un IP-NFT (token no fungible de propiedad intelectual) – algo así como una patente, que es propiedad de la DAO y gobernada por todos los holders de tokens”.

La financiación puede variar enormemente de una actividad científica a otra. Durante los periodos de auge y caída, la investigación en áreas como la IA y la computación cuántica puede recibir grandes ayudas de las grandes tecnológicas, el gobierno y los inversores de seguimiento, mientras que los sectores que pueden haber estado bien financiados anteriormente, como la longevidad, o aquellos que tradicionalmente han estado infrafinanciados, como los problemas de salud de las mujeres, por ejemplo, pueden encontrar cada vez más difícil asegurar la financiación.

Las DAO se basan en la tecnología blockchain. Esto les permite funcionar en un ledger digital que es transparente y descentralizado, lo que significa que no está controlado por una sola entidad o institución. En el mundo de la ciencia, esto significa que la financiación de proyectos y la interacción con la comunidad pueden democratizarse.

Tradicionalmente, los científicos que trabajan en o con las instituciones más prestigiosas —grandes universidades de países con un PIB elevado, instituciones gubernamentales y contratistas, grandes empresas tecnológicas y farmacéuticas— no solo reciben la mayor parte de la financiación, sino que también tienen acceso a la mayor parte de la financiación potencial.

La distinción es importante porque, a medida que los científicos abandonan las zonas geográficas con menos financiación para dedicarse a la investigación en zonas más ricas, se agrava la “fuga de cerebros” asociada a la emigración.

Y, como las DAO no tienen por qué respetar fronteras (aunque la legalidad de su funcionamiento puede variar según el lugar), pueden regirse por las necesidades y deseos de los científicos que realizan la investigación, no del país, la universidad o la empresa que la patrocina.

En última instancia, el equipo editorial de Nature concluye que las DAO podrían convertirse en una plataforma crucial para los investigadores con escasa financiación, pero su adopción requerirá más educación.

“Parte de este reto consiste en ayudar a los posibles miembros a darse cuenta de que la DAO no es solo un organismo de financiación”, escribe el personal, “sino también una comunidad de personas a las que les importa mucho apoyar una causa científica concreta”.

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