Los retos que enfrentan las startups colombianas
Los emprendedores en América Latina no tienen las mismas oportunidades en todos los países. Algunos lugares, como México, Brasil y Colombia, tienen leyes más favorables para los negocios innovadores. Por eso, en estos países hay más startups que en otros. Pero eso no significa que sea fácil crear una empresa exitosa. Los desafíos son muchos y se necesita mucho esfuerzo y creatividad. Sin embargo, también hay mucho que aprender de las experiencias de otros. ¿Por qué hay tantos startups en Colombia?
Colombia es un país que se ha destacado por impulsar la economía naranja, es decir, las actividades creativas y culturales que generan valor. Aunque todavía falta mucho por hacer, hay que reconocer que algo es algo. El país ha hecho un mejor trabajo que sus vecinos, que siguen enfrascados en sus problemas políticos y sociales. ¿Qué ha hecho Colombia para lograr este avance?
En primer lugar, la escena startup ha contado con el apoyo del gobierno y de entidades privadas, que han creado programas e iniciativas para fomentar el emprendimiento, la innovación y la inversión en startups. Estos programas ofrecen recursos, mentorías, capacitaciones y conexiones con el ecosistema nacional e internacional. Claro, siempre y cuando cumplas con los requisitos, los plazos y los trámites burocráticos.
En segundo lugar, ha aprovechado el talento humano y la diversidad, que caracterizan a su población joven, creativa y capaz. Los colombianos buscan solucionar problemas reales y generar impacto social, aunque a veces se les vaya la mano con el “rebusque” y el “todo vale”. Además, hay una gran variedad de sectores y mercados donde se pueden desarrollar soluciones innovadoras, como fintech, proptech, edtech, agtech, e-commerce, entre otros.
En tercer lugar, ha atraído la inversión extranjera, que ha visto en el país un destino atractivo para apostar por las startups. Algunas de las startups que han recibido importantes inversiones son Rappi, La Haus, Frubana, Merqueo y Chiper. Estas empresas han demostrado que se puede crecer y escalar en Colombia, aunque también han tenido que enfrentar algunos retos como las huelgas, los bloqueos y los impuestos.
En cuarto lugar, ha sabido adaptarse a la pandemia, que ha generado una crisis sanitaria sin precedentes. Las startups han aprovechado la transformación digital y la demanda de servicios en línea para ofrecer soluciones que responden a las nuevas necesidades de los consumidores y las empresas. Algunos ejemplos son Ayenda, que ofrece hoteles a bajo costo; Foodology, que ofrece comida preparada en cocinas inteligentes; o Kiwibot, que ofrece delivery con robots. Estas empresas han logrado sobrevivir y crecer en medio de la adversidad, aunque también han tenido que lidiar con los riesgos sanitarios, los cambios de hábitos y las limitaciones de infraestructura.
Uno de los principales retos es el financiamiento. Aunque el país tiene inversión extranjera y cuenta con programas de apoyo, la mayoría de los startups tienen dificultades para acceder a fuentes de financiación adecuadas y suficientes para su crecimiento y sostenibilidad. Según el estudio de KPMG y Eafit, el 50% de las startups colombianas no han recibido ningún tipo de inversión externa. Además, la pandemia ha afectado la liquidez y la rentabilidad de muchas empresas emergentes. El ganador por lo general se lo lleva todo. Es decir, los startups más exitosos normalmente absorben casi todo el capital de inversión. Lo que implica que el resto se queda con los bolsillos vacíos.
Claro que aquí hay que destacar que este fenómeno de que unos pocos se llevan todo el botín no solo es un fenómeno colombiano. En realidad, eso sucede en todas partes. En el mundo de las startups, hay muchos fracasos y un puñado de ganadores. Lo que ocurre es que el ganador normalmente gana a lo grande. Es como una lotería, pero con más trabajo y más riesgo. Muchos emprendedores sueñan con ser el próximo Rappi, el próximo Uber o el próximo Facebook. Pero la verdad es que no es tan fácil ni tan frecuente. La mayoría de las startups terminan cerrando o vendiendo antes de llegar a ese nivel.
No importa si estás en Colombia, en Londres, en Berlín o en Silicon Valley. El capital de riesgo es como una ruleta. Solo unos pocos números se llevan todo el premio. Por eso, los inversionistas deben apostar por startups que puedan crear y conquistar mercados gigantes, y no perder el tiempo con negocios mediocres o peleones. En este juego, muchos juegan. Pocos pueden ganar.
¿Quieres ser emprendedor en Colombia? Prepárate para enfrentar muchos retos. La financiación es escasa y se la llevan los de siempre. El mercado local es limitado y el regional es incierto. La regulación es compleja y cambiante. La competencia es feroz y exigente. El talento es escaso y costoso. Claro que no todo es malo. También hay oportunidades y soluciones.
Para escalar, puedes buscar nuevos nichos, alianzas y modelos de negocio que se adapten a cada realidad. O puedes pensar en grande y apuntar a mercados globales.
Para regular, puedes estar al día de las normas legales y éticas que afectan a tu sector y a tu tecnología. Y puedes proteger los datos y los derechos de tus usuarios.
Para competir, puedes diferenciarte y ofrecer calidad. Y puedes aprender, mejorar y colaborar con otros actores del ecosistema.
Para atraer talento, puedes ofrecer flexibilidad, autonomía, reconocimiento, feedback, formación y desarrollo profesional. Y puedes cuidar la salud mental y la cultura organizacional de tu equipo.
Ser emprendedor en Colombia no es fácil, pero tampoco imposible. Solo necesitas una buena idea, una buena ejecución y una buena actitud. ¿Puedes crear una tecnología revolucionaria? ¿Es el momento adecuado para lanzar tu negocio? ¿Puedes dominar un mercado pequeño y luego expandirte? ¿Tienes el equipo adecuado? ¿Tienes una forma de distribuir tu producto? ¿Podrás mantener tu posición en el futuro? ¿Has descubierto un secreto que nadie más ve?
¿Triunfar como emprendedor? Lo primero es tener competencia, destreza y genialidad. No es suficiente con tener una buena idea, hay que llevarla a cabo y solucionar los inconvenientes que aparezcan. Lo segundo es tener fama de ser un mago. Es decir, que todo lo que hagas se transforme en éxito. Es decir, que tus clientes, inversores y socios te reconozcan como alguien que sabe crear valor y generar beneficios. Es decir, que seas como Batman con el carisma de una estrella de rock.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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